La pandemia ocasionada por la COVID-19 ha incitado a la creación de distintos espacios de diálogo en los que las mujeres puedan conversar sobre cómo curar a un planeta que ya estaba enfermo desde antes de que empezara la crisis sanitaria.
En lo que corresponde al Diseño Industrial, este propone mirar al ecofeminismo como una solución ante los problemas actuales. Eso sugirió la Lic. Taina Campos, diseñadora egresada del CIDI de la UNAM, profesora de la IBERO Puebla y maestrante en Estudios de Diseño en CENTRO, en la charla Reflexiones Pán(dem)icas de Diseño organizada por la Licenciatura en Diseño Industrial de la IBERO Puebla.
En la presentación, el Mtro. Xavier Recio Oviedo, director del Departamento de Arte, Diseño y Arquitectura (DADA), comentó que, para la Universidad es un gran honor tener a gente visionaria y creativa impartiendo charlas de esta índole: “Muchas felicidades a Taina por sus aportaciones al campo del diseño industrial y a la Coordinación por contar con perfiles tan valiosos”.
“Parte del trabajo que tenemos los diseñadores es incentivar actitudes en los usuarios”. Así comentó la Lic. Campos quien durante su charla con la Lic. Mariana González de la Rosa, coordinadora de la Licenciatura en Diseño Industrial, explicó que el feminismo y el ecodiseño van de la mano.
“Lo que busca resolver el ecofeminismo es la problemática que las mujeres sufren en la ciudad”. Esto va desde la dificultad de la movilidad por cuestiones de inseguridad o agresiones sexuales hasta comprender que para resolver la crisis del cambio climático es necesario desmitificar al patriarcado y al capitalismo. Así lo apreció la profesora de la IBERO Puebla.
El ecofeminisimo también busca el beneficio de todas las especies. Esta filosofía postula que la respuesta para salvar al planeta de la destrucción se encuentra en el fortalecimiento de lazos de hermandad: es urgente que el hombre deje de verse como la especie dominante y asuma su papel como uno más de los seres vivos con los que comparte la vida.
Campos argumentó que es necesario tener perspectiva de género en los proyectos disciplinares para no permitir que el machismo siga permeando en la academia. Citó a distintas autoras como: Leslie Kern, Libby Sellers y Breanne Fahs para explicar que la lucha contra el patriarcado también se libra en el Diseño Industrial.
Parte de su plática se centró en desarrollar los sentimientos e ideas que ha tenido desde el inicio del confinamiento. El encierro que el mundo vivió a principios del año ella lo denominó como: La Gran Pausa. Comentó que durante las primeras semanas de la cuarentena vio como positivo que el mundo se detuviera a pensar.
Arguyó que el capitalismo y el exacerbado desarrollo de la modernidad son los principales culpables de la pandemia. “Hay que volcarnos más hacia esta parte de la conservación de la biodiversidad, de dietas más basadas en las plantas”. Propuso que en esta nueva normalidad es fundamental retomar estilos de vida que busquen el beneficio del planeta y abandonar lo relacionado al individualismo.
El diseño en la actualidad tiene que contextualizarse con el mundo, comprender las problemáticas y buscar sus respectivas soluciones, es decir el diseñador tiene que entender cuál es su papel como ser humano en el planeta.
En ese sentido, la egresada de la UNAM considera que los académicos tienen que romper con paradigmas; cuestionarse cómo están impartiendo sus materias, y consideró que a las nuevas generaciones de estudiantes de licenciatura se les debe enseñar a ver por los beneficios de todas las especies que habitan la Tierra y renunciar al egoísmo.
Por su parte, la Coordinadora de la Licenciatura, agregó que una gran área de oportunidad para la sustentabilidad en el diseño es incursionar en las economías sociales: “encontrar camino dentro de la economía social y solidaria es otro tipo de alternativa […] también puede reivindicar nuestro quehacer económico”.
La jornada concluyó con una sesión de preguntas y respuestas en la que alumnos y académicos entablaron un diálogo con Taina Campos y Mariana González. Agradecieron su presencia, pero también sirvió para ampliar la discusión sobre el feminismo, la ecología y el futuro de una colectividad postpandemica.