La presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano y Cáritas América Latina y el Caribe hacen un llamado a redoblar los esfuerzos por las víctimas de los huracanes y de la pandemia en Centroamérica y en el Archipiélago de San Andrés y Providencia.
Una jornada de oración y solidaridad con las víctimas de la pandemia Covid-19 y de los huracanes que han azotado recientemente a los países de América Central: es promovida por el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y Cáritas de América Latina y el Caribe. La fecha elegida es el 12 de diciembre, coincidiendo con la fiesta de la Virgen de Guadalupe, patrona del continente americano.
En una carta conjunta de los dos organismos católicos, expresan: “Sentimos solidaridad y cercanía con todos nuestros hermanos y hermanas que han vivido y siguen viviendo el doloroso impacto de la pandemia del Covid-19 y en particular con los pueblos de América Central y el Caribe que fueron duramente golpeados por dos huracanes ETA e Iota, en el mes de noviembre». Las cifras de este último desastre son dramáticas, continúa la carta: en Costa Rica, Guatemala, Honduras y Nicaragua «más de 5,3 millones de personas han sido afectadas, 330.000 viven en albergues temporales porque han perdido sus casas, 171 han muerto y los daños materiales y económicos son considerables». De ahí la petición a los fieles de ser generosos en la oración y en la ayuda a los necesitados.
«El propósito de esta campaña – recuerdan el CELAM y Cáritas – es reunir el apoyo financiero necesario para preparar la ayuda de emergencia para que las redes caritativas de estos cuatro países de América Central puedan ayudar a los más vulnerables y a los más afectados tanto por la crisis sanitaria como por los huracanes». En este «tiempo de Adviento» que comienza mañana, 29 de noviembre, y que se vivirá «en medio del desafío de la pandemia», los obispos recuerdan, por lo tanto, la importancia de la «comunión de la caridad» como instrumento primario de «una Iglesia saliente». Citando, finalmente, un pasaje de la Encíclica del Papa Francisco «Hermanos todos», la carta concluye: «La caridad, con su dinamismo universal, puede construir un mundo nuevo, porque no es un sentimiento estéril, sino la mejor manera de lograr caminos eficaces de desarrollo para todos.
Cabe recordar que el propio Papa, en el Ángelus del 8 de noviembre pasado, dirigió un pensamiento «a los pueblos de América Central, golpeados en los últimos días por un violento huracán, que causó muchas víctimas y daños considerables, agravados también por la ya difícil situación de la pandemia». «Que el Señor acoja a los muertos -dijo el Papa-, conforte a sus familias y apoye a los más probados, así como a todos los que hacen lo posible por ayudarlos».