El maíz, planta milenaria, fundamento de la alimentación de las sociedades del México prehispánico, con su domesticación hace cinco mil años en el Valle de Tehuacán, Puebla, dio pie a un complejo sistema agrícola, social, económico y religioso .
Esta semilla es motivo de la exposición virtual Los hijos del maíz: origen, domesticación y culto al maíz en el México prehispánico, que puede apreciarse en la página de Facebook del Museo de Sitio y Zona Arqueológica Teteles de Santo Nombre.
Organizada por el INAH, a través de su representación estatal en Puebla, y el recinto sede, ubicado en Tlacotepec de Benito Juárez, en la región sur de esa entidad, la exhibición está conformada por 15 cédulas y sus respectivas imágenes, que muestran el proceso de origen, domesticación y cultivo, así como las deidades asociadas a esta semilla entre las sociedades pretéritas en lo que hoy es México.
El director de la zona arqueológica Teteles de Santo Nombre, Gerardo Navarro Valencia, destacó que, en la cosmovisión mesoamericana de los pueblos prehispánicos de México, esta planta era un elemento identitario, fundacional y del cual surge la última raza, en la era de los hombres, que sería precisamente la actual.
“Partiendo de estos elementos, planteamos una exposición donde presentáramos cómo surge el maíz, su proceso de domesticación, así como su aspecto simbólico y religioso, que se va a desarrollar a partir de su trato y cultivo”, mencionó.
El arqueólogo explicó que la muestra digital está dividida en tres aspectos: “El origen”, “La religión” y “La actualidad”. Siendo la primera donde, a partir de imágenes de códices, así como un texto explicativo, se describe cómo evolucionó el teocintle a la mazorca que hoy se conoce.