A partir del 21 de febrero Australia reabrirá sus fronteras internacionales a los turistas y a todos los titulares de visados que tengan dos dosis de la vacuna contra el coronavirus.

Después de casi dos años de cierre por la pandemia de covid-19, Australia, que afronta actualmente una crisis por la irrupción a finales de año de la variante ómicron que afecta principalmente a las residencias de ancianos y ha causado bajas entre los trabajadores esenciales, acumula unos 2.4 millones de infecciones de covid-19, que incluye más de 4,250 fallecidos y más de 300,000 casos activos.

“La condición es que tienes que tener dos dosis de la vacuna para venir a Australia. Esta es la regla y se espera que todos la obedezcan”, dijo en rueda de prensa en Camberra, el primer ministro australiano, Scott Morrison, al término de una reunión del Gabinete.

Australia, que cerró sus fronteras en marzo de 2020, había comenzado a abrirlas progresivamente en noviembre pasado a residentes y ciudadanos y después a trabajadores temporales y estudiantes extranjeros, así como a viajeros de Nueva Zelanda, Singapur, Japón o Corea del Sur, pero la irrupción de la variante ómicron a finales de año ralentizó estos planes.

Aquellas personas que no están vacunadas y quieran entrar a territorio australiano deberán pedir un permiso especial de viaje y de recibir el visto bueno deberán someterse a una cuarentena en un centro destinado para esos fines, explicó en esta rueda de prensa la titular del Interior, Karen Andrews.