La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que hasta el 10 de mayo se habían reportado al menos 348 casos de hepatitis aguda de origen desconocido y que se aceleraron los estudios sobre su posible vínculo con la infección por COVID-19.
La organización aclaró previamente que las hipótesis relacionadas con los efectos secundarios de las vacunas “actualmente no se respaldan, ya que la gran mayoría de los niños afectados no recibieron la vacuna contra COVID-19”.
Un portavoz de la farmacéutica en Chile declaro a AFP que “no hay estudios de Pfizer que hagan referencia a esa materia”.
«Tras ser contactado por la AFP, un portavoz de Pfizer en Chile negó el 4 de mayo que la compañía -Pfizer- hubiera publicado un estudio referente a la actual hepatitis. ‘No hay estudios de Pfizer que hagan referencia a esa materia’, puntualizó.»