El sacerdote Travis Clark se declaró culpable ante un tribunal de Estados Unidos por haber filmado en el 2020 material pornográfico con dos mujeres sobre el altar de la Iglesia Sts. Peter and Paul en Pearl River, en el estado de Luisiana. 

Clark, que pertenece a la Arquidiócesis de Nueva Orleans, admitió ser culpable del cargo de obscenidad como parte de un acuerdo de culpabilidad en el tribunal estatal de distrito en Covington, Luisiana.

El presbítero recibió una sentencia suspendida de tres años de prisión, tres años de libertad condicional y una multa de $1.000, informó WAFB.com. 

El 22 de noviembre, la Arquidiócesis de Nueva Orleans indicó que ahora tomará las medidas necesarias para expulsar a Clark del sacerdocio.

“Ahora que los procesos penales que involucran a Travis Clark han concluido, la Arquidiócesis de Nueva Orleans seguirá adelante con el proceso para que sea formalmente laicizado”, señala el comunicado. 

“La información necesaria se enviará al Vaticano donde, en consulta con los funcionarios del Vaticano, el Santo Padre tomará la determinación final sobre la laicización de Clark”, agregó.

El 30 de septiembre de 2020, Clark fue arrestado junto con las dos mujeres involucradas. 

Un vecino advirtió a la policía que las luces estaban encendidas en la parroquia y, al mirar por las ventanas, vieron a los tres involucrados en actividades sexuales en el altar. Cuando las autoridades llegaron al lugar, se llevaron a Clark, a las dos mujeres, varios artículos sexuales, así como luces y dispositivos de grabación. 

A raíz del arresto, el Arzobispo de Nueva Orleans, Mons. Gregory Aymond calificó el comportamiento de Clark de “obsceno”, “deplorable” y “demoníaco”. 

El prelado ordenó quemar y reemplazar el altar profanado. 

Las dos mujeres arrestadas se declararon culpables en julio de cargos menores de vandalismo. Ambas recibieron dos años de libertad condicional. Una de las mujeres se refiere a sí misma como «Satanatrix» y había publicado en las redes sociales el día anterior que planeaba «profanar una casa de Dios». 

Aunque el altar profanado tuvo que ser destruido, la Arquidiócesis de Nueva Orleans emitió un comunicado en ese momento diciendo que «no hubo profanación del Santísimo Sacramento».

Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.

Por Veral