La identificación y prevención de factores de riesgo son las herramientas más importantes para evitar el desarrollo de defectos congénitos, los cuales pueden ocasionar discapacidad permanente, alertó la coordinadora de Genética Clínica del Instituto Nacional de Perinatología (INPer) “Isidro Espinosa de los Reyes”, Mónica Aguinaga Ríos.
En entrevista por el Día Mundial de los Defectos Congénitos, explicó que el consumo de ácido fólico durante toda la etapa reproductiva y, sobre todo, antes y durante el embarazo contribuye a prevenir las malformaciones congénitas.
Reconoció que la ingesta de ácido fólico no siempre se hace de forma oportuna. El Informe Trimestral del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Defectos al Nacimiento https://bit.ly/3y60XNQ muestra que en 32.5 por ciento de las niñas y niños que nacen con labio y paladar hendido, las madres no consumieron este nutriente, o lo hizo después del primer trimestre de gestación.
Este informe de la Dirección General de Epidemiología (DGE) de la Secretaría de Salud señala que durante 2022 se notificaron en el país dos mil 689 casos de defectos al nacimiento (DAN), cantidad que representó una incidencia de 127.03 por cada 100 mil personas recién nacidas vivas (RNV).
El documento, con corte al 9 de enero de 2023, refiere que, en México, en el caso de las madres que consumieron ácido fólico después del primer trimestre, el Labio y/o paladar hendido fue el defecto más frecuente (187), seguido del mielomeningocele (76). En las madres que no consumieron ácido fólico durante el embarazo, el labio y/o paladar hendido fue el defecto más frecuente (65), seguido de anencefalia (39).
Aguinaga Ríos enfatizó que la atención prenatal es otro elemento indispensable para identificar factores de riesgo durante la gestación como la hipertermia materna, la diabetes gestacional y las infecciones.
El reporte de casos de DAN de 2022 muestra que, del total, 9.5 por ciento de las madres presentó hipertermia materna, es decir, temperatura corporal superior a 37.5 grados; 10.3 por ciento diabetes gestacional y 616 gestantes tuvieron infecciones durante el embarazo, la más frecuente fue de vías urinarias.
La coordinadora de Genética Clínica del INPer señaló que en el control médico prenatal se pueden identificar anomalías en el feto o en el proceso del embarazo y reducir posibilidades de parto prematuro, “hay dos ecografías que por su importancia deben hacerse en unidades especializadas en diagnóstico prenatal: las de las semanas 12 y 20 de gestación”.
La ecografía morfológica en la semana 12 permite calcular el riesgo que tiene el feto de padecer alteraciones cromosómicas, como la trisomía 21 (síndrome de Down) y la trisomía 18 (síndrome de Edwards) y en la semana 20 puede identificar posibles alteraciones anatómicas o en órganos internos.
La mayoría de las mujeres gestantes acude a consulta prenatal al inicio del embarazo, sin embargo, se debe fortalecer el control prenatal en todas las unidades médicas del país, reforzar y asegurar el consumo adecuado y oportuno del ácido fólico, así como el diagnóstico y tratamiento temprano de los defectos congénitos.