En un contexto en el que la pandemia ha dejado profundas cicatrices en diferentes aspectos de la sociedad, uno de los grupos más afectados ha sido la población adulta mayor. Para entender cómo están cicatrizando estas heridas y cómo se está dando la reincorporación a la vida social, es importante conocer qué está pasando con este segmento de la población.

 

Las heridas no son solo unas, sino una conjunción de impactos en cuatro esferas cruciales: social, demográfica, de salud física y de salud mental. Comenzando con la modificación en el número de adultos mayores en la República Mexicana. En el último corte de 2023, se registra una población de 10 millones 939 mil 569 adultos mayores, señala Mercedes Paola Dehesa Isidoro, médico geriatra de la Facultad de Medicina de la UPAEP.

 

La académica recalca que, aunque la pandemia afectó a todos los grupos de edad, la población geriátrica ha sufrido cambios demográficos notables, debido en parte a la reducción de nacimientos en décadas anteriores. Además, señala que el género también juega un papel importante, con un 55% de mujeres (6,011,402) y un 45% (4,928,167) de hombres en la población adulta mayor.

 

La Dra. Dehesa hace hincapié en que, a pesar de las dificultades y la disminución en la población, la brecha entre adultos mayores y jóvenes seguirá aumentando en los próximos años, ya que se espera un aumento significativo en el número de adultos mayores en comparación con los niños.

 

Dijo que la esperanza de vida en México disminuyó 4 años como resultado del impacto de la pandemia de Covid-19, al pasar de 75 en 2019 a 71 en 2021, lo que significa seis años menos que el promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que es de 81.

 

En relación con la salud física, la experta muestra cómo han aumentado las enfermedades crónico-degenerativas en la población adulta mayor. La hipertensión es una de las principales preocupaciones, con un 43.3% de la población total afectada. Asimismo, otras enfermedades como la diabetes (25.6%), artritis (10.7), problemas cardíacos (5.2%) y enfermedades pulmonares (4.2%) han impactado significativamente en la población geriátrica.

 

En cuanto a la salud mental, Mercedes Paola Dehesa subraya que la depresión y la sensación de soledad han aumentado, especialmente entre quienes experimentaron la infección por Covid-19. Además, la calidad del sueño se ha visto afectada, con un 41.1% de los adultos mayores reportando dificultades para dormir.

 

Agregó, “entre la población de 60 años y más que padeció COVID-19, se identificó un aumento en la prevalencia de sentimientos de depresión. En 2018, 26.4 %de estas personas adultas mayores se identificó con depresión y en 2021, aumentó a 35.5 por ciento”, reiteró la académica.

 

Dehesa Isidoro destaca la importancia de contar con servicios de salud y médicos especializados en geriatría para atender a esta población en crecimiento. Sin embargo, resalta que actualmente hay una falta de profesionales en este campo, con aproximadamente 850 a 900 geriatras en México.

 

Indicó que uno de los aspectos más preocupantes es la situación económica de los adultos mayores. La tasa de desempleo ha aumentado durante la pandemia, lo que impacta directamente en sus ingresos y calidad de vida. Muchos de ellos tienen gastos de salud considerables, lo que limita sus recursos para alimentación y vivienda. La Dra. Dehesa resalta la importancia de contar con seguridad social y acceso a servicios de salud para garantizar un envejecimiento digno y saludable.

 

Mercedes Paola Dehesa hizo un llamado a la empatía y la inclusión hacia la población adulta mayor. Destaca que, como sociedad, debemos esforzarnos por promover la salud física y mental de los adultos mayores, brindarles apoyo económico y reconocer el valor que aportan a la sociedad a lo largo de sus vidas.

 

Dijo que la reincorporación a la vida social del adulto mayor tras los impactos de la pandemia es un proceso complejo que requiere intervenciones en diversas áreas. La herida causada por el Covid-19 está cicatrizando lentamente, pero es fundamental tomar medidas concretas para garantizar una calidad de vida adecuada y respetuosa para esta población que tanto ha contribuido a nuestra sociedad.

Por Veral