La alimentación saludable entre niñas, niños y adolescentes reduce los efectos negativos provocados por la pandemia de COVID-19, eleva la autoestima y el buen estado emocional de este sector de la población, dijo Fiorella Espinosa de Cándido, oficial de Nutrición para Entornos Saludables de Unicef México.
Al participar de manera virtual en la conferencia de prensa sobre la situación de la pandemia por COVID-19, la especialista hizo un llamado a evitar el consumo de alimentos procesados que tienen exceso de grasas y azúcares, e incrementar la ingesta de verduras y frutas frescas para reducir el ambiente obesogénico que ha privilegiado el consumo de productos con alto contenido calórico.
En el contexto de la pandemia y la permanencia en el hogar, Fiorella Espinosa hizo recomendaciones a las familias para que involucren a niñas, niños y adolescentes en la toma de decisiones en cuanto a los platillos a preparar y establecer horarios para el consumo de colaciones saludables entre comidas.
Propuso cocinar y comer en familia, porque facilita involucrar a niñas y niños, se acortan tiempos de preparación y se generan habilidades para el futuro en la población infantil. También hay que hidratarse con agua simple potable en lugar de bebidas azucaradas y comer verduras, frutas y cereales todos los días como base de la alimentación.
Igualmente, hizo hincapié en la lactancia materna durante los seis primeros meses de la o el bebé para garantizar su sana alimentación. Asimismo, sugirió no agregar azúcar ni sal a los alimentos preparados cuando inician la ablactación; de esta forma, su paladar se prepara para recibir productos más saludables.