¿Alguna vez te has sentido aburrido y con ganas de conocer a alguien nuevo, pero sin energía para salir y superar la timidez de iniciar una conversación? Si has experimentado esto, es probable que hayas recurrido a aplicaciones de citas como Tinder o Bumble. Estas plataformas digitales ofrecen la oportunidad de conectar con personas de manera virtual, sin la presión de interactuar en persona de inmediato.


Seguramente has experimentado los efectos de utilizar estas aplicaciones y lo que ocultan detrás. Para muchas personas, pueden ser una gran herramienta, pero su uso desmedido puede llevar a resultados no muy positivos. Estas aplicaciones están diseñadas para ser adictivas, incitándote a revisar constantemente si alguien está interesado en ti o esperando un ‘match’ o un mensaje.


En los casos en que estas dinámicas funcionan, una persona puede volverse adicta a la atención o a las emociones que genera la interacción constante con otros usuarios. Por otro lado, la desesperación de no encontrar pareja puede llevar a sentirse decepcionado y preocupado al no tener alguien interesado en ti.


¿Podrían las apps de citas estar saboteando tus habilidades sociales?


Volverse dependiente de las aplicaciones de citas y sumergirse en el mundo virtual en cuanto a formas de relaciones puede alejarte de la realidad y deteriorar tus habilidades sociales al crear relaciones únicamente en línea, haciendo que tu vida social dependa de un teléfono celular.
Esto puede desencadenar que, en momentos de soledad, aburrimiento o tristeza, recurras a una herramienta virtual en lugar de enfrentar esos sentimientos interactuando con personas en la vida real. Depender de las aplicaciones de citas aleja a las personas de la experiencia de socializar directamente y enfrentarse a los desafíos de la interacción humana, limitándolos a simples interacciones a través de una pantalla.

Lo que al principio parece ser una idea inofensiva, podría estar afectando negativamente tu habilidad para relacionarte en el mundo real.
Experiencia de jóvenes
Víctor y Alejandra, jóvenes estudiantes de la IBERO Puebla, han hecho uso de aplicaciones de citas como Tinder y Bumble durante años. Ellos comparten su experiencia utilizando estas aplicaciones, narrando cómo las conocieron, la frecuencia con la que las usan, las cosas positivas y negativas que han descubierto, y cómo lograron establecer relaciones de pareja, experimentando tanto emociones como decepciones.


Víctor, de 25 años de edad, empezó a utilizarlas porque quería encuentros casuales; las usaba continuamente cuando estaba soltero. En su momento, le preocupó la seguridad en ese tipo de aplicaciones, ya que cualquier persona se puede hacer pasar por alguien que no es. Igualmente, dijo que para él nunca ha sido un tabú utilizarlas, al menos no para su generación.


Su experiencia no ha estado libre de decepciones, ya que una vez tuvo una cita con una chica que, cuando la vio en persona, no se parecía a sus fotos en la vida real. También mencionó que considera que se volvió, en cierto punto, dependiente de las aplicaciones de citas. Sin embargo, eso no fue un impedimento para que conociera, en Tinder, a su novia actual.


Por otro lado, Alejandra comentó que conoció las aplicaciones de citas por amigas que la animaron a darse de alta, además de que las influencers que sigue en redes sociales también las promocionaban. Comenzó a usar estas aplicaciones porque viajaba mucho y quería hacer amistades en todas las ciudades y países donde estaba. Luego de un tiempo, decidió usarlas para buscar una relación más estable. Como Víctor, conoció a su novio gracias a las aplicaciones de citas, con quien está actualmente. Considera que su experiencia en esas aplicaciones ha sido positiva.


Experto opina


Cuauhtémoc Cruz Isidoro, académico de la IBERO Puebla, dio su opinión sobre el uso de aplicaciones de citas en la actualidad:
“El uso de las aplicaciones de citas [ocurre] en un contexto donde las tecnologías de la información y la comunicación, así como el acceso a servicios de comunicación como internet, es una herramienta más para la interacción entre las personas. Al final de cuentas, estamos incorporando la tecnología a nuestra forma de interactuar y posibilitando otros espacios para conocer a más personas”.
También comentó sobre que impactos considera positivos o negativos cree que tienen las aplicaciones de cita en la comunicación entre los jóvenes:


“Es una herramienta más, así como existen las redes sociales, interactuamos y conocemos a nuevas personas, lo que habilita un nuevo canal de información, como todas las tecnologías de información. Hay que saber usarlas. En cuanto al impacto negativo, sería la cuestión de seguridad, ya que no siempre sabemos quién está detrás de la aplicación”.


Todas las relaciones, sin importar cómo se hayan iniciado, tienen el potencial de ser significativas y enriquecedoras. Lo que realmente importa es la calidad de la conexión que se establece, basada en el amor, el respeto mutuo y la valoración de la importancia que cada uno tiene en la vida del otro. Es esencial cuidar de nosotros mismos, no permitir que nos encerremos en un mundo superficial y virtual, y aprender a ver más allá de las apariencias.

Por Veral