Varios países del Hemisferio Norte han reportado en las últimas semanas un incremento en el número de infecciones respiratorias agudas y neumonías a partir del aumento de casos de COVID-19, de influenza, de Virus Sincitial Respiratorio (VSR) y algunos otros patógenos, lo cual ha provocado la saturación de los servicios de urgencias así como un número creciente de personas hospitalizadas.
En México, a mediados del mes de noviembre también comenzó un importante aumento en la actividad epidémica de las infecciones respiratorias agudas y neumonías con respecto al año anterior. Aun cuando el principal agente causal sigue siendo COVID-19, en esta temporada ya se registra también un elevado número de casos de influenza, VSR y neumonías.
Respecto a COVID-19, la variante dominante a nivel global desde noviembre de 2021 sigue siendo Ómicron, actualmente hay un conjunto de sub-variantes de Ómicron que continúan siendo estudiadas, y las manifestaciones clínicas prácticamente siguen siendo las mismas.
Al parecer la protección conferida por haber padecido la enfermedad o la vacunación previa siguen siendo suficientes para evitar la enfermedad grave, hospitalizaciones y defunciones por esta enfermedad.
Como ha ocurrido en los dos años previos, es altamente probable que las celebraciones de fin de año incrementen el riesgo de contagios, provocando un gran número de casos de infecciones respiratorias agudas y neumonías, lo que puede representar una carga adicional a los Servicios de Salud, así como el uso inadecuado de antibióticos, riesgo de generación de nuevas variantes virales, desplazamiento en la atención de otras enfermedades, secuelas, sufrimiento y costos asociados a la atención.
Por lo anterior, reiteramos las siguientes recomendaciones para esta temporada:
Primero. Tener esquema de vacunación contra COVID-19 completo y con los refuerzos que correspondan de acuerdo con la edad o condición de salud individual.
Segundo. Tener los esquemas de vacunación contra influenza y neumococo en las personas más vulnerables de acuerdo con el esquema de vacunación nacional.
Tercero. Usar correctamente el cubrebocas al estar en espacios cerrados, especialmente en aquellos donde haya poca ventilación y personas de diferentes procedencias; usar correctamente el cubrebocas al estar en espacios abiertos donde se encuentren mayor número de personas cerca.
Cuarto. Procurar la ventilación de los lugares cerrados donde se lleven a cabo las actividades (abrir puertas y ventanas), así como la higiene individual y de las instalaciones.
Quinto. Ante la presencia de síntomas de enfermedad respiratoria, evitar acudir a los sitios de trabajo o estudio, eventos culturales, deportivos o sociales y viajes para reducir el riesgo de contagios. No automedicarse, buscar diagnóstico y vigilar la evolución para identificar oportunamente cualquier complicación.
La protección de la salud de la comunidad se logra a través del cuidado y las precauciones a nivel individual.