En el municipio tlaxcalteca de Huamantla, el escenario natural, cultural y religioso se ha reflejado en sus tapetes y alfombras, espacios de dimensiones variadas cuya expresividad continúa sorprendiendo a propios y extraños por los diseños armónicos y representativos que se realizan desde hace más de un siglo.

Si bien ambas artesanías abren cada acontecimiento social y fecha conmemorativa, al llegar cada 14 de agosto, en la llamada Noche que nadie duerme, la fiesta patronal es imponente y los diseños cobran mayor relevancia.

Entre las ofrendas a la Virgen de la Caridad, patrona de la región, los tapetes y alfombras unen a familias y grupos huamantlecos desde meses antes, para planear sus diseños, aportar para los insumos y trabajar hasta 18 horas en su elaboración, hacia la noche del 14 y madrugada del 15 de agosto, cuando cubren las principales calles de la ciudad con esta artesanía de aserrín pintado de colores con diamantina, aparentando un bordado de pepenado, flores o mazorcas de maíz, entre otras.

Los tapetes se preparan para el paso de la patrona en procesión, por las 20 manzanas colindantes de su templo. La variada producción de flora de Tlaxcala ha provisto de los colores con que pintan el aserrín, y de las arenillas que delinean las creaciones multiformes.

La imagen venerada llegó a Tlaxcala con los franciscanos, en el siglo XVII, quienes brindaban comida a los habitantes de la localidad en honor a la Virgen de la Asunción; pero los pobladores cambiaron su nombre a Virgen de la Caridad, en agradecimiento por proveerles alimento, salud, abundancia y prosperidad.

La comisión comunitaria e interinstitucional para el proceso de la candidatura de las alfombras y tapetes de Huamantla para su inscripción en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura, comisión de la cual forma parte el INAH, este año concluirá la conformación del expediente que se presentará en 2024 ante el organismo internacional, reiteró el director del Centro INAH Tlaxcala, José Vicente de la Rosa Herrera, a propósito de la celebración del 15 de agosto.

“Para ello, todo el proceso que conlleva este arte efímero ha sido motivo de investigación de campo, realizada en conjunto con los portadores de la tradición; a la que se integraron investigadores del INAH en Tlaxcala. Además de la documentación que se reúne mediante la labor coordinada de los tres órdenes de gobierno, el Centro INAH coordina la actividad paralela del equipo del Archivo de la Palabra de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, que aporta rutas de seguimiento a las inscripciones y planes de salvaguardia del patrimonio cultural del estado”, informó el funcionario.

Tras destacar el trabajo que realiza la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del INAH, en la búsqueda del reconocimiento de los tapetes y alfombras como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, dijo que contribuir a la conservación y preservación de un elemento que da identidad a los huamantlecos, en especial, pero también a los tlaxcaltecas, ha despertado el interés de los propios artífices de los tapetes y alfombras.

“Ese interés de los huamantlecos es el elemento prioritario con el que se garantiza la preservación de sus creaciones, como fuente viva de tradición e identidad”, finalizó De la Rosa, quien recordó que el año pasado en Huamantla aumentó la expectación, luego de que la alfombra de aserrín de 3,932 metros rompiera el récord Guinness del tapete más largo del mundo de este tipo, la cual se confeccionó con 80 toneladas del polvillo multicolor en manos de 240 artesanos.

Por Veral