A medida que envejeces, tu visión, reflejos y audición cambian. Estos cambios pueden dificultar que conduzcas un auto de forma segura, así lo indica Michigan Medicine, en Estados Unidos.
Por ejemplo, debido al envejecimiento:
- Tu visión se debilita.
- Tus reflejos se vuelven más lentos. Es posible que no puedas frenar o girar el volante rápidamente si es necesario.
- La debilidad muscular y la rigidez en las articulaciones pueden hacer que sea difícil mirar hacia atrás cuando manejas en reversa.
De estos cambios, la visión es el más importante. El envejecimiento puede afectar tu visión de varias formas:
- Luz. Cuanto mayor seas, más luz necesitarás para conducir. Para ver bien, una persona de 60 años necesita 10 veces más luz que una de 19. Por eso es una buena idea evitar conducir de noche, si te es posible.
- Atención. A medida que envejeces, la manera en la que tus ojos pueden cambiar el enfoque disminuye. Los conductores más jóvenes solo necesitan unos 2 segundos para ajustar su enfoque de cerca a lejos, como mirar desde el tablero y después hacia la carretera. Los conductores mayores de 40 años necesitan 3 segundos o más. Entonces, cuantos más años tengas, más tiempo necesitarán tus ojos para enfocar.
- Colores. Los colores, especialmente el rojo, se vuelven más difíciles de ver a medida que envejeces. Algunos conductores mayores tardan el doble de tiempo en ver el destello de las luces de freno que los conductores más jóvenes.
- Percepción de profundidad. El envejecimiento hace que tu visión se debilite. Es posible que no tengas una buena visión lateral o percepción de la profundidad, lo que hará más difícil que juzgues qué tan rápido se mueven otros autos.
RECUERDA: Las personas de 70 años o más tienen más probabilidades de chocar que cualquier otro grupo de edad además de los conductores de 25 años o menos. Y debido a que los conductores mayores son más frágiles, es más probable que se lastimen, o incluso fallezcan, a causa de estos choques.
Fuente: Michigan Medicine – University of Michigan Health