El Instituto Nacional de Cancerología (INCan), de la Secretaría de Salud, a través del programa Micaela (Programa Integral para la Atención, Investigación, Difusión y Capacitación del Cáncer Cervicouterino en sus Diferentes Etapas), atiende entre 700 y 900 mujeres al año, la mitad son nuevos casos, destacó la especialista en Oncología de este instituto, Lucely Cetina Pérez.
La responsable del programa informó que Micaela empezó a operar hace cuatro años para ofrecer atención individualizada y de vanguardia a mujeres que no cuentan con seguridad social. Con este modelo, el INCan ha brindado 30 mil 592 consultas de oncología, nutrición clínica, manejo del dolor y psico-oncología, y ha capacitado más de tres mil profesionales de la salud en el país.
Entrevistada con motivo del Día Nacional del Cáncer Cervicouterino (CaCu) este 9 de agosto, la especialista explicó que esta enfermedad es un problema de salud pública, ya que es la segunda causa en México de morbi-mortalidad por tumores y la cuarta a nivel mundial.
El objetivo del Micaela, detalló, es mejorar la calidad de vida de las pacientes y el pronóstico a corto y largo plazo con medicamentos innovadores y altamente especializados, y ofrecer atención integral con un grupo multidisciplinario de las áreas de ginecología oncológica, cirugía oncológica, oncología médica, radio-oncología, nutrición, psico-oncología y clínica del dolor.
En el área de oncología médica, refirió, el tratamiento es individualizado de acuerdo con la edad, condición física y comorbilidades de la paciente, como insuficiencia renal, diabetes, hipertensión o desnutrición.
Cetina Pérez hizo hincapié en que todos los protocolos de atención son aprobados por los comités de Ética y Científico del instituto, y por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Un estudio realizado por el INCan muestra que 80 por ciento de las pacientes que recibe atención en el instituto llega en etapas clínicas localmente avanzadas con tumores de más de cuatro centímetros, y 13 por ciento de ellas con enfermedad metastásica; es decir, con diseminación a otra parte del cuerpo distinta de donde comenzó.
El INCan, a través del programa Micaela, fortalece la prevención primaria, que se refiere a la difusión de información sobre esta enfermedad, capacitación al personal de salud, así como difusión sobre la importancia de la vacunación de mujeres que no han iniciado vida sexual activa contra el virus de papiloma humano (VPH).
De igual forma, promueve la prevención secundaria; es decir, la detección oportuna para lograr la curación de entre 90 y 95 por ciento de las pacientes. En etapa inicial, el CaCu no genera síntomas, pero en fase avanzada causa hemorragias transvaginales o poscoital, así como dolor pélvico, entre otros.
La especialista del INCan explicó que la detección oportuna requiere estudios de Papanicolaou anuales a partir del tercer año de inicio de vida sexual. A los 65 años de edad es posible reducir la frecuencia de las pruebas.
El cáncer cervicouterino es una enfermedad de transmisión sexual causada principalmente por el VPH. Las mujeres que se infectan con este virus y además toman inmunosupresores, padecen desnutrición o presentan tabaquismo, tienen más riesgo de desarrollarlo, indicó.
La Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud dio a conocer en el Boletín Epidemiológico https://bit.ly/3p7QBs6 que en 2021 se registraron seis mil 885 casos de infección por VPH; 12 mil 681 de displasia cervical leve y moderada, y mil 825 de displasia cervical severa y cáncer cervicouterino in situ.
La responsable del programa Micaela dijo que, tanto en hombres como en mujeres, el VPH, además del CaCu, puede causar cáncer de ano, recto o bucofaríngeo, así como verrugas ano-genitales.
Señaló que el INCan promueve una campaña de detección oportuna dirigida a trabajadoras del instituto y a familiares de pacientes con diferentes tipos de cáncer, con el propósito de hacer conciencia de la necesidad de la prevención y el diagnóstico