En un histórico fallo, la Suprema Corte de Brasil votó el martes a favor de despenalizar el porte de marihuana para uso personal, una decisión que ha polarizado a la sociedad brasileña. El juicio, iniciado en 2015, culminó con una votación de ocho magistrados a favor y tres en contra.
El presidente del Supremo Tribunal Federal (STF), Luis Roberto Barroso, resumió la decisión al afirmar que «el porte para consumo personal constituye una acción ilícita sin naturaleza penal», aunque subrayó que el consumo en lugares públicos seguirá prohibido.
La ley actual, establecida en 2006, penaliza a quienes «adquieran, guarden, transporten o lleven consigo drogas para uso personal», incluyendo la marihuana. Aunque las penas para consumidores son relativamente leves, la ley deja a discreción de los jueces determinar si el portador es usuario o traficante, lo cual puede implicar severas penas de prisión para este último.
Durante el proceso, los jueces debatieron sobre la cantidad de marihuana que debe considerarse para diferenciar entre usuario y traficante. Propuestas variaron entre 25 gramos y 60 gramos, y se espera que la decisión final sobre este límite se anuncie el miércoles.
El juez Alexandre de Moraes criticó duramente la ley antidrogas vigente, argumentando que castiga principalmente a «jóvenes, especialmente negros sin educación, que son tratados como traficantes por poseer pequeñas cantidades de droga».
El juicio se originó a partir de un recurso presentado por la defensa de un preso condenado por esconder tres gramos de marihuana en su celda. Concluido este proceso, todas las instancias judiciales en Brasil deberán acatar la decisión del STF en casos de tenencia de marihuana.
No obstante, la despenalización enfrenta fuerte oposición. Organizaciones conservadoras y una iniciativa en el Congreso buscan mantener la penalización. El Senado, de mayoría conservadora, aprobó en abril un proyecto que criminaliza la tenencia y porte de drogas, independientemente de la cantidad. Este proyecto espera debate en la Cámara de Diputados, donde el presidente, Arthur Lira, ha creado una «comisión especial» para discutirlo.
El presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, criticó al STF por «invadir competencias» legislativas, afirmando que «una despenalización sólo puede darse a través del proceso legislativo y no por una decisión judicial».
Mientras tanto, miles de personas marcharon este mes en Sao Paulo a favor de la despenalización del cannabis. Aunque la legalización de la marihuana con fines recreativos sigue siendo una excepción mundial, países como Malta, Luxemburgo, Alemania, Uruguay y Canadá han avanzado en esta dirección.
Este fallo marca un hito en la historia judicial de Brasil y promete seguir siendo un tema de intenso debate político y social en los próximos meses.