La tarde de este martes se registró en Estados Unidos una de las peores tragedias por violencia armada. Un tirador de nombre Salvador Ramos entró a la primaria Robb Elementary School en Uvalde, Texas, y mató a 19 niños y dos maestros.
El responsable es un hombre de 18 años que estudió en el mismo centro escolar. La policía lo abatió en el lugar de los hechos.
“Disparó y mató de manera horrible, incomprensible, a 14 estudiantes, y mató a un profesor”, declaró el gobernador Greg Abbott, añadiendo que dos policías fueron heridos de bala pero que se espera que sobrevivan. Más tarde se confirmó que la cifra era más alta.
«Se cree que la policía lo abatió», agregó el político republicano que es firme defensor de la posesión de armas de fuego.
Abbott dijo que el tirador tenía un revólver y posiblemente un rifle. Los medios locales aseguran que antes de desatar el caos en la primaria, mató a su abuela.
Imágenes que circulan en redes sociales muestran a Ramos con armamento de grueso calibre.
Ramos no tiene antecedentes penales, apenas había cumplido los 18 años y si tuvo récord criminal de adolescente, pudo ser borrado o no estar disponible en primera instancia.
Un informe aseguró que Ramos compró apenas cumplió años, el rifle con el que habría asesinado a su abuela.
Unos trabajadores de una funeraria cercana a la escuela, dijeron a The Washington Post, que Ramos les disparó y formó una barricada en la escuela, desde donde atacó a cuanto alumno pudo.
«Mi hijo escapó por una ventana», contó Tamica Martínez al Post, sobre los momentos de terror que vivió una vez que se supo del incidente.
Se trata del tiroteo escolar con mayor número de muertos en la historia de Texas, y se produjo cuatro años después de que una persona asesinara a 10 personas en la Escuela Secundaria Santa Fe, en el área metropolitana de Houston.
La Escuela Primaria Robb tiene poco menos de 600 alumnos.