A partir del 23 de enero, entró en vigor un «toque de queda» de comienza a las 9:00 de la noche hasta las 4:30 de la mañana, esta fuerte medida tiene como objetivo garantizar terminar con la movilidad social y las reuniones sociales, para frenar el número de contagios de Covid-19, informó el gobierno central holandés.

Las protestas contra las restricciones para evitar la propagación del virus se tornaron violentas en varias ciudades holandesas después de que el país introdujo el toque de queda nocturno.

La tercera noche de disturbios dejó al menos 150 detenciones y se registraron saqueos y fuegos artificiales en varias localidades. El primer ministro holandés, Mark Rutte, calificó las protestas de «violencia criminal».

Los principales actos de violencia ocurrieron en Den Bosch y en Rotterdam, donde saquearon tiendas, han incendiado y volcado vehículos, incluso trataron de incendiar una comisaría.

Por Roberto Castillo

Beto Castillo, viajero y siempre scout.