Hoy 19 de febrero, el Museo Mural Diego Rivera celebra 34 años de haber sido creado como un espacio de reflexión en torno a múltiples discursos críticos que tienen como punto de partida la producción del muralista mexicano y sus contemporáneos, así como la visión que generaciones posteriores han elaborado sobre su trabajo.
La Secretaría de Cultura federal y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura revaloran el proceso de rescate patrimonial y traslado del mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central (1947) al recinto de la Red de Museos del Inbal, obra arquitectónica de José Luis Benlliure Galán, creada ex profeso para resguardar, investigar y difundir una de las piezas cumbre del arte nacional, la cual estuvo en riesgo por los sismos de 1985.
El monumental fresco se realizó para el Hotel del Prado, diseñado por Carlos Obregón Santacilia y construido entre 1933 y 1946 en la avenida Juárez, frente a la Alameda Central, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Entre julio y septiembre de 1947, Rivera se dedicó a la creación del mural en el que plasmó una síntesis de la historia de México desde una visión crítica. El relato arranca en el siglo XVI y recorre hasta la primera mitad del siglo XX. El muralista se representó de niño, acompañado de personajes emblemáticos como Frida Kahlo y el grabador José Guadalupe Posada.
Su primera ubicación fue el salón comedor Versalles, sin embargo, en 1960 fue removido al vestíbulo del hotel para lo cual se construyó una estructura metálica que sirve, hasta la fecha, como soporte de la pieza.
En septiembre de 1985, dos terremotos sacudieron a la Ciudad de México y ocasionaron daños irreparables al hotel. Gracias al trabajo conjunto de un grupo interdisciplinario de especialistas del Inbal, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el entonces Departamento del Distrito Federal, se logró el rescate y traslado exitoso del fresco de 4.17 m x 15.67 m y 35 toneladas.
El movimiento se realizó el 14 de diciembre de 1986. La operación duró alrededor de 12 horas y requirió del esfuerzo de más de 300 personas. Las maniobras iniciaron a las 5 de la mañana; a mediodía, la grúa había comenzado su labor de carga y alrededor de las 5 de la tarde el mural se encontraba colocado sobre la base de concreto que lo soportaría.
Después de minuciosas labores fue ubicado en el predio que ocupó el estacionamiento del Hotel Regis. Con la obra protegida y cubierta se procedió a la construcción del edificio y de esta manera Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, declarado Monumento Artístico en 1959, se volvió el objetivo de un proceso de rescate patrimonial que culminó con la creación del Museo Mural Diego Rivera.
El recinto, localizado en Balderas s/n, colonia Centro, Alcaldía Cuauhtémoc, con horario temporal de martes a domingo de 11:00 a 17:00 horas, cuenta con dos galerías, dos salas de exposiciones temporales y una permanente, en la cual está el mural de Diego Rivera.