Un estudio de la UNAM comprobó que es posible recuperar la variabilidad genética del Agave tequilana (A. tequilana), al permitir que estas plantas florezcan y produzcan semillas viables, lo que, a su vez, puede generar plantas más resistentes a enfermedades, sobre todo ante un escenario de cambio climático.
Rodrigo Antonio Medellín Legorreta y Luis Enrique Eguiarte Fruns, ambos investigadores del Instituto de Ecología (IE) de la UNAM, explican en entrevista que la diversidad genética es fundamental para la supervivencia de las especies, principalmente para que se adapten a nuevas condiciones ambientales.
“Es cuestión de darles la oportunidad y los agaves se recuperan en una, dos o tres generaciones, ahí está la diversidad genética de regreso, otra vez con la ayuda de los murciélagos, porque un murciélago puede volar 100 kilómetros en un sentido desde su refugio hasta donde se va a alimentar y de regreso. A lo largo de toda esa ruta está visitando y está polinizando agaves. Sí se puede y estamos recuperando la diversidad genética del A. tequilana”, destaca Medellín Legorreta.
En ocasión del Día Internacional del Tequila, los expertos enfatizan que el problema es que la diversidad genética en los agaves silvestres suele ser alta, pero debido al manejo y clonación de plántulas del A. tequilana Weber var. azul su variación genética actual es muy baja.
El 24 de julio se celebra el Día Internacional del Tequila en recuerdo de que en 2006 la UNESCO declaró patrimonio cultural los paisajes de los sembradíos de agave, así como las antiguas instalaciones industriales de Tequila, Jalisco. Según el gobierno de México, en 2020 la producción nacional de agave tequilero fue de un millón 519 mil toneladas; esa entidad aportó 74.3 por ciento y se calcula que se tienen sembradas 111 mil hectáreas. Ese año, México exportó 308.6 millones de litros, pues ocho de cada diez son consumidos en el extranjero.
“Los paisajes de Jalisco del agave azul se ven impresionantes, pero nos preocupan, porque son clonas y ha habido varios problemas fitosanitarios importantes y las plantaciones completas se pueden enfermar con distintas bacterias y hongos; si eso ocurre, se perdería gran parte de la producción”, alerta Eguiarte Fruns.
Su costo afecta fundamentalmente a las empresas tequileras medianas y pequeñas, porque no les alcanza el dinero para pagar plantas más caras y evitar subir el costo del producto.