El área de Desarrollo Comunitario de la IBERO Puebla se ha propuesto el reto de renovar tres programas con sus particularidades. Busca ser espacio de articulación social con ayuda de diversas presencias territoriales que permitan la realización de actividades y proyectos de incidencia social, para la transformación de la sociedad y del estudiante.


Los Proyectos Comunitarios en sitio son el primer elemento del proyecto a largo plazo. Se trabaja con comunidades específicas para alcanzar una autogestión, donde el diálogo sea acorde a los usos, costumbres y formas de vida; así como la sustentabilidad, con toma de decisiones en colectivo que mejoren las condiciones humanas.


El Voluntariado IBERO es el segundo programa, enfocado en la migración e incidencia ante fenómenos perturbadores. La iniciativa personal del estudiantado es fundamental para mantener a flote la misión; el pódcast Transformando realidades y el Curso de Formación en Migración para la Transformación Social son algunos ejemplos de la labor colectiva universitaria.


El tercer eje de atención al desarrollo es el Centro Comunitario Casa IBERO Segundo Montes, SJ. En dicho espacio, ubicado en la colonia Valle del Paraíso, se promueve la discusión sobre el derecho al hábitat, la economía social y el buen convivir.


Problemáticas transversales como la pobreza, la falta de acceso a servicios básicos, la segregación territorial, el rezago educativo, la deserción escolar, el empleo informal, las adicciones y las violencias son algunas realidades que los programas enfrentan en las jornadas de trabajo. Por ello resulta importante definir líneas estratégicas claras.


Estos testimonios fueron presentados a especialistas en los temas referenciados durante una reunión del Consejo Consultivo de Desarrollo Comunitario, con el fin de buscar estrategias para la reconstrucción del tejido social en corresponsabilidad con los saberes comunitarios.


La Dra. Guadalupe Chávez Ortiz, directora del Centro Intercultural de Reflexión y Acción Social (CIRAS), agradeció la disponibilidad de los asistentes: “Su escucha y orientación serán muy importantes para confirmar o modificar procesos de los programas que conforman a la Coordinación de Desarrollo Comunitario”.


“La diversidad de manifestaciones sociales y comunitarias actuales nos permiten observar problemáticas cada vez más complejas; abordarlas requiere de perspectivas que asuman esa complejidad desde lo profesional y desde los espacios de participación social y comunitaria”, agregó Chávez Ortiz.


Por otro lado, la Mtra. Liliana Moreda Tobón, coordinadora del área de Desarrollo Comunitario, destacó los esfuerzos de las y los colaboradores: “En el día a día, más allá del trabajo, este equipo se caracteriza porque pone el corazón en lo que hace; son personas comprometidas con la causa, con la vocación, y eso lo celebro”.


La vinculación radica en tener cercanía con autoridades y comités, en donde todas las realidad se respeten; construir puentes entre áreas que mantengan el rumbo. No se trata de atender las necesidades de la Universidad, sino de construir presentes dignos junto a sus aliados.

Por Veral