Con el fin de promover el desarrollo de capacidades de pobladores de comunidades rurales en situación de pobreza y pobreza extrema, el Colegio Superior Agropecuario del Estado de Guerrero (CSAEGRO) en 2020 impulsó un modelo productivo de desarrollo rural integral en comunidades de alta marginación de Guerrero.

Con base en este modelo, en el municipio de Copalillo llevó a cabo el programa piloto de extensionismo agropecuario, basado en la transferencia tecnológica y acompañamiento técnico, en las comunidades de Acingo, Tenantitlán y Tinajas, Guerrero.

El programa, que se realizó el año pasado en coordinación con autoridades del municipio de Copalillo, comprendió capacitaciones in situ sobre el manejo agronómico de las principales especies cultivadas en la región (maíz y calabaza).

El esquema además incluyó la enseñanza de composteo de materiales orgánicos (guano de murciélago) y muestreos de suelo y agua para conocer sus características físico-químicas y su relación con la producción agrícola.

También, especialistas de la casa de estudios brindaron capacitación sobre el manejo y alimentación de animales de traspatio (tilapias, cerdos y pollos) y de pastoreo (chivos y borregos), así como el establecimiento, en parcelas de productores cooperantes y módulos demostrativos, de los cultivos de soya y calabaza con genotipos originados por el Colegio.

Además, realizaron prácticas demostrativas de cultivo forrajero clitoria y desarrollaron un huerto familiar de hortalizas (calabacita, sandía y pepino), con el uso de composta de guano de murciélago y estiércoles de caprino y bovino.

En noviembre del año pasado se llevó a cabo también un curso-taller sobre la elaboración de alimentos a base de soya, su valor nutricional y beneficios en la salud.

Este programa piloto demostró la buena adaptabilidad de los cultivos de clitoria, soya y calabaza para forraje y consumo humano y la respuesta exitosa de los cultivos hortícolas a la adición de los estiércoles (guano de murciélago, caprino y bovino), previamente composteados.

Copalillo es uno de los 16 municipios del norte de Guerrero, la mayoría de su población es indígena (61.4 por ciento), hablantes del náhuatl y con un índice de marginación alto.

El 74.5 por ciento de su población tiene un ingreso inferior a la línea de bienestar mínimo, por lo cual forma parte del grupo de los 10 municipios con mayor nivel de marginación en el estado.

Por ello, Copalillo fue candidato a implementar un modelo para el desarrollo rural integral de la comunidad, mismo que puede ser replicable en otras comunidades del propio municipio y de otros ayuntamientos de alta marginación del estado. 

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) cuantificó en 2018 que el 35.6 por ciento de la población de Guerrero se consideraba en pobreza alimentaria, lo que significa que su ingreso no es suficiente para poder adquirir los alimentos mínimos indispensables para sobrevivir.