La revolución genómica de las últimas décadas proporcionó las herramientas para enfrentar la pandemia por SARS-CoV-2 y el desarrollo de vacunas en el menor tiempo posible. Ejemplo de ello es que dos meses después del primer caso reportado en Wuhan, estaba lista la secuenciación del virus, permitiendo al mundo desarrollar un repertorio de pruebas diagnósticas y otros insumos para el seguimiento de la propagación de la enfermedad, la actividad y la evolución del virus, afirmó el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela.
En un mensaje con motivo del 17 Aniversario del Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen), precisó que la pandemia de COVID-19 aún está en curso y surgen nuevas variantes virales. Los avances con la secuenciación del genoma pueden consolidarse y expandirse a nuevos entornos y usos; en esta tarea, el Inmegen es referente y pilar en la medicina genómica de nuestro país, al estar a la altura de grandes institutos a nivel internacional.
Alcocer Varela señaló que se necesita comprender mejor el mundo de los patógenos emergentes y sus interacciones en el ecosistema, las personas y animales en una variedad de climas, culturas y estilos de vida, para la prevención y control de las epidemias.
Aseguró que la comunidad que forma parte del Inmegen posee la madurez y experiencia necesaria para aportar nuevos conocimientos que contribuyen a enfrentar los retos de la medicina genómica en nuestro país bajo los más altos estándares de calidad.
Enumeró algunas de las aportaciones de este instituto, como la integración del laboratorio COVID-19 para la detección del SARS-CoV-2, avalado por el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (Indre), con el procesamiento de más de 200 mil pruebas.
Igualmente, la publicación en el 2020 de 166 artículos, de los cuales 82 por ciento fue en revistas de alto impacto y ocho por ciento en las de muy alto impacto. El número total de publicaciones en ese año fue 25 por ciento mayor que las del año previo.
El Laboratorio de Diagnóstico Genómico analizó 852 muestras para el diagnóstico molecular de la distrofia miotónica tipo 1, para clasificación y pronóstico de síndromes mielodisplásicos e identificación de fusiones y mutaciones somáticas de relevancia clínica en tumores sólidos malignos.
En ese contexto, el secretario de Salud resaltó la celebración del décimo séptimo aniversario de la creación, fundado en el 2004 como el undécimo Instituto Nacional de Salud, ante la creciente necesidad de generar conocimiento en el área de la genómica y conducir al desarrollo de herramientas que mejoren la salud de las y los mexicanos.
En entrevista, el director general del Inmegen, Luis Alonso Herrera Montalvo, añadió que, a partir de este año, el Inmegen participa en la vigilancia epidemiológica de las variantes del virus SARS-CoV-2 que circulan en México y estudia la eficacia de las vacunas frente a nuevas variantes.
Informó que en los siguientes meses continuarán con las investigaciones para que eventualmente los resultados contribuyan a fortalecer el conocimiento en materia de prevención y mitigación de SARS-CoV-2.
De manera paralela, junto con los institutos nacionales de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” y de Enfermedades Respiratorias (INER) “Ismael Cosío Villegas”, así como el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (Indre) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), trabajan en un proyecto sobre el comportamiento de la pandemia en la Ciudad de México y el manejo de pacientes.
Herrera Montalvo detalló que el instituto a su cargo cuenta con el Laboratorio de Diagnóstico Genómico, que permite identificar enfermedades poco frecuentes o raras, como fue el primer caso de Síndrome de Perry en México, a través de la aplicación de pruebas moleculares.
El Síndrome de Perry es un trastorno neurológico hereditario y progresivo que causa temblores, depresión y pérdida de peso. Aparece entre los 35 y 61 años de edad, y afecta a 100 personas en el mundo, dijo.
En el Inmegen también se realizan estudios genómicos que permiten determinar el riesgo familiar de desarrollar tumores malignos como el cáncer de mama, de próstata o de ovario: “Hay algunos marcadores moleculares que permiten anticipar y determinar si una persona tiene mayor riesgo que la población en general para desarrollar cáncer y entonces se toman las medidas profilácticas antes de que el tumor se desarrolle”, explicó.
A este trabajo se suman las 20 líneas de investigación que desarrolla el equipo de investigadoras e investigadores para identificar y prevenir riesgos de padecimientos como diabetes mellitus, hipertensión, cardiopatías, cánceres, enfermedades psiquiátricas y neurológicas.
Actualmente, añadió, en el Inmegen se usa el conocimiento del genoma para entender la complejidad de las enfermedades y definir los puntos de atención para, eventualmente, comprender su origen. Es previsible que en la siguiente década la medicina genómica o de precisión formará parte del diagnóstico y tratamiento de las enfermedades en los consultorios médicos de primer contacto para evitar sus complicaciones o la mortalidad, dijo.
En materia de capacitación, dijo, se han formado diez generaciones de especialistas egresados del curso de posgrado de alta especialidad en medicina genómica, único en el país.
Más de tres mil estudiantes de nivel pregrado y posgrado de instituciones educativas nacionales e internacionales han realizado estancias académicas dentro del Programa de Participación Estudiantil. Asimismo, se han impartido 149 cursos de educación continua a más de siete mil profesionales de la salud.
Las y los investigadores han publicado más de mil 145 artículos de investigación, con al menos 28 mil 482 citas en revistas de alto impacto. También ha tenido colaboraciones científicas con Estados Unidos, Inglaterra, España, Canadá, Argentina, Brasil, Chile, Francia y Colombia, entre otros países