Durante la primera jornada de Diálogos por la economía social organizada por el Laboratorio de Innovación Económica y Social (LAINES) de la IBERO Puebla representantes de cooperativas de consumo expresaron que la economía social y solidaria conlleva un trabajo articulado, multidisciplinar y equitativo, con la finalidad de garantizar el bienestar social.

Este Laboratorio ha incubado diversos proyectos nuevos y consolidados durante sus etapas de desarrollo. Tal es el caso de El Mandadito, un negocio familiar que nació debido a un excedente de hortalizas, mismo que buscaba ser intercambiado por capital monetario u otros productos.

Magdalena Pérez, su fundadora, compartió que la cooperativa tiene su matriz en Tlaxcalancingo, pero cuenta con unidades en diferentes comunidades de la región con el fin de enriquecer la experiencia de producción orgánica criolla. También han construido vínculos con otras organizaciones: en la ciudad de Puebla se unieron a un espacio de salud holística, así como a talleres de huertos urbanos.

En contraste con los seis años de operación de El Mercadito, la cooperativa de consumo de Santo Tomás Chiautla nació en marzo del año pasado a partir de un trabajo de evaluación participativa en el que se identificó un desabasto de alimentos dicha comunidad.

A partir de un tianguis de productos saludables, se buscó atender esta situación. Posteriormente, e impulsados por la pandemia, se comenzó a trabajar a domicilio por pedidos. El cooperativista Rubén Macías compartió que, a partir de esta modalidad, los pedidos pasaron de 15 a 60 por semana. A través de redes sociales ofrecen un catálogo de más de 200 productos frescos y procesados.

Por su parte, el Tianguis Alternativo de Puebla se creó en 2007 con un grupo de productores y consumidores acompañados por la Red Mexicana de Tianguis y Mercados Orgánicos para conocer las necesidades reales de la población. Dicha dinámica de análisis permanece hasta la actualidad, pues este año surgió el Tianguis virtual como respuesta a la pandemia.

Rocío García, colaboradora de este proyecto, señaló que se “trabaja para que los consumidores tengan acceso a información sobre lo que consumen; al mismo tiempo, para que los productores decidan qué quieren trabajar y se reconozca su trabajo”. El Tianguis ofrecen productos orgánicos, de transición, artesanales, en proceso de certificación y alternativos.

Cooperativas ante la crisis

El Mandadito ha reforzado el trabajo a domicilio considerablemente para apoyar a las personas a generar sus propios huertos domésticos y mejorar su salud. Para ello, comentó Magdalena Pérez, juega un papel vital la generación de composta a partir de los desechos orgánicos. Comentó que los huertos en espacios urbanos habitacionales pueden sembrarse en lugares pequeños como macetas y botes.

La crisis ha representado la oportunidad de atender las necesidades específicas de muchos consumidores. “Como organización, buscamos impulsar el bienestar individual y comunitario a través del consumo responsable y sostenible”, comentó Rubén Macías.


“El consumo responsable está enfocado en que las personas sean conscientes de que los productos requieren de una serie de procesos que conllevan un impacto en el medioambiente”: Rubén Macías.


Para los doce cooperativistas de Santo Tomás Chiautla, en su mayoría mujeres, es importante fomentar el consumo responsable a partir de la concientización de la huella ecológica. Para ello, buscan atender la parte inversa del usuario: cuando ya consumió, ¿qué ocurre con los desechos?

El Tianguis Alternativo era un punto de reunión multitudinaria que ha tenido que cambiar sus procesos sin desprenderse totalmente de la esencia de la actividad. Rocío García recordó que el Tianguis es un lugar en donde se socializa con diferentes actores de la comunidad, por lo que el trabajo en redes sociales en materia de concientización del consumidor ha sido de suma importancia.

Indicó la importancia de refrendar la confianza de sus clientes habituales. “Llegamos a tener entre 35 y 40 canastas a la semana para entregarse en sitio o a domicilio. El Tianguis virtual fue diseñado para las personas que ya conocían el proyecto, a sus participantes y los productos”.

Impulsar la economía social

Hemos llegado a un punto en el que no podemos esperar a que nuestros líderes cambien las condiciones del juego. La economía circular es una alternativa a los modelos predominantes. Como reflexiona Rubén Macías, “es fundamental que la sociedad civil se organice. Tenemos que dejar a un lado la competitividad y optar por el cooperativismo”.

El Mandadito sustenta su trabajo en el trueque de productos y servicios. Este sistema ha permitido que la organización expanda sus conocimientos a otros estados de la república y espacios de vida alternativa. Magdalena Pérez destacó la posibilidad de cambiar los hábitos desde las posibilidades de cada persona. “Compartir nos hace ricos”, sentenció.

La organización previa a la crisis sanitaria permitió al Tianguis Alternativo emprender estrategias de resiliencia. “El trabajo colaborativo permite sobrellevar este tipo de crisis. Dando un poco de nuestro tiempo podemos crear apuestas distintas”. Rocío García refrendó las diferentes formas de hacer economía en las que no se busca el lucro, sino el fortalecimiento de la comunidad.

Por Veral