Melissa Sloan, de 45 años, se autodenomina “adicta a los tatuajes”. Tiene un promedio de 800 en todo el cuerpo y su cara está completamente cubierta por ellos, algo por lo cual no la dejan entrar a la escuela de sus hijos.

La mujer, residente en Gales, contó que en el colegio de sus dos hijos no la invitan a las fiestas de Navidad, ni a ningún tipo de actividades por tener la cara tatuada

Una vez asistió para ver la función de los niños, pero “me dijeron que fuera al jardín trasero y mirara por la ventana de la clase…Los maestros me dijeron que hiciera eso, por eso no voy a la obra de teatro de la escuela”.

“Marginada”, así la califica Daily Star, que presentó fotos de la mujer, quien tiene que pedirle a su pareja Luke que vaya y la represente en la escuela.

Por Veral