En el marco del Día Internacional de la Lengua Materna, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI), realizó hoy un evento virtual de diálogo entre guardianas y guardianes de la palabra, intitulado “No somos flores secas: Las y los últimos guardianes de la palabra”.
El objetivo fue escuchar y compartir las reflexiones de hablantes de lenguas en riesgo, acerca de la importancia de mantener vivos sus idiomas y conocimientos.
El evento fue conducido por Lilia Patricio, en lengua Ayuujk (mixe), y participaron Martina Andrés Maldonado, hablante de chocholteco, de Oaxaca; Cipriano Ramírez Guzmán, hablante de ixcateco, Oaxaca; María de Jesús Díaz García, hablante de matlatzinca, Estado de México; Félix Baltazar Hernández, hablante de pame del norte, de San Luis Potosí; Sara Ramos Cruz, hablante de chontal de Oaxaca; Esteban López Velázquez, hablante de ayapaneco, Tabasco; Raquel Portillo Tambo, hablante de cucapá, Baja California y Carlos Ramos Ramos, hablante de pame del sur, de San Luis Potosí, que son ocho de las 31 lenguas en riesgo.
Todos ellos destacaron la importancia de sus lenguas maternas y expresaron sus deseos de que los niños y los jóvenes se interesen en practicar su idioma, porque es la herramienta de comunicación que les permite nombrar el mundo.
Asimismo, en los ejes temáticos que expusieron las y los guardianes de la palabra, destacan diversas propuestas de acciones comunitarias a desarrollar con la asesoría del personal de INALI, a fin de rescatar, preservar y desarrollar las lenguas originarias, en especial aquellas que están en riesgo de desaparición.
En diversos momentos, la Secretaria de Cultura del Gobierno de México, Alejandra Frausto Guerrero, ha dicho que, a través del INALI, se coordinan y realizan diversas acciones de política lingüística, cuyo fin es que no haya ni un hablante y ni una lengua menos.
Cabe recordar, que el Día Internacional de la Lengua Materna (DILM) fue proclamado por la UNESCO para promover la reflexión y la movilización de la sociedad a favor de la diversidad lingüística y de las lenguas del mundo, fomentar el multilingüismo y la diversidad cultural y movilizar la coparticipación y recursos en apoyo a la aplicación de políticas públicas para evitar la desaparición de las lenguas que están en riesgo.