A pesar de sus altos niveles en carbohidratos, sodio y grasas, las frituras siguen siendo productos altamente consumidos en México, a tal grado que cada ciudadano come en promedio 7.8 kilos de botanas al año, de acuerdo con datos de Euromonitor International.

Para entender un poco lo presentes que este tipo de alimentos chatarra se encuentran en los hogares mexicanos, la consultora Kantar reveló en un informe que el 90 por ciento de las familias de este país adquirió papas fritas en 2022 por motivos que van desde un simple antojo hasta para socializar.

El estudio añade que un 20 por ciento de los hogares en México son verdaderos fans a las frituras, ya que suelen adquirir hasta tres veces más (3 kilos) que el promedio.

Los amantes de estos productos ultraprocesados radican principalmente en la Ciudad de México y el Noreste del país, y se caracterizan por ser domicilios con adolescentes entre 13 y 17 años”, mostraron.

El negocio que significa la venta de papitas es muy fuerte, pues de acuerdo a Whitepaper, su valor en el mercado ascendió a 25 mil 613 millones de pesos, de enero a noviembre del año anterior.

Entre las marcas de frituras más consumidas en México se encuentran: Sabritas, Cheetos, Doritos, Ruffles y Rancheritos, aun y cuando su excesiva ingesta puede traer consecuencias a la salud de las personas.

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha sido insistente con lo dañino que es consumir papitas en exceso, ya que a pesar de sus grasas de origen vegetal, pueden contener denominadas grasas trans, producto del proceso al que son sometidas a través de su fabricación.