El Consejo de Derechos Humanos aprobó una resolución en la que pide al Gobierno de Bielorrusia que detenga las violaciones de derechos humanos y permita una visita de la relatora especial de la ONU.

La resolución se aprobó por 23 votos a favor, 2 en contra y 22 abstenciones tras un debate de urgencia sobre la situación en el país. La “número dos” de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Nada al Nashif, urgió a que acabe la violencia y represión contra la sociedad civil y los opositores.

“Hemos sido testigos de miles de arrestos, cientos de informes de tortura y otros malos tratos, incluyendo violencia sexual e informes de torturas a niños. El secuestro violento de gente a plena luz del día por individuos enmascarados, presumiblemente por expresar sus opiniones pacíficamente.”

La líder de la oposición de Bielorrusia en el exilio, Svetlana Tijanóvskaya, pidió al presidente de su país, Aleksandr Lukashenko, que permita la entrada de la ONU para investigar las denuncias de abusos contra manifestantes pacíficos. “Es muy importante reconocer que defender los principios democráticos y los derechos humanos no es interferir en asuntos internos, es una cuestión universal de dignidad humana”, dijo en una intervención desde Lituania.

El embajador de Bielorrusia ante Naciones Unidas en Ginebra, Yuri Ambrazevic, rechazó las «acusaciones sin fundamento» dirigidas contra el Gobierno y calificó el debate como “inaceptable” e injerencista.