Compartir las experiencias internacionales en el regreso a clases de niñez y adolescencia permite tener más información, elementos de decisión y datos para implementar medidas necesarias de mayor seguridad en la educación presencial en México.

De acuerdo con el diálogo entre las y los secretarios de los sistemas nacional y estatales del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) y la representación en México del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y se sugirió

Tener listas las instalaciones de lavado de manos y alcohol en gel. Contar con una cubeta, agua y jabón, puede considerarse como una estación de lavado de manos básica.

Fotalecer los protocolos de limpieza y desinfección escolar frecuente: limpieza profunda y desinfección previa a la reanudación de clases, desinfección periódica de la escuela y aseo diario de la escuela y del salón de clases.

Además, garantizar una ventilación adecuada y apropiada. Orear los espacios antes y después de ser usados. Si las condiciones lo permiten, promover que las clases o los almuerzos se realicen al aire libre.
Fomentar el uso correcto de cubrebocas y la sana distancia como medidas de protección. Por ejemplo, dividir los grupos de cada grado y acomodar las bancas o pupitres, y las mesas y sillas en cafeterías o comedores a 1.5 metros de distancia.

También será importante evitar aglomeraciones a la entrada y salida de la escuela.

Asegurar que el uso de baños, recreación y comidas sean de manera escalonada para reducir los contactos entre grupos.

En su momento, titulares de las secretarías ejecutivas de distintos estados expresaron algunas consideraciones: si las recomendaciones del organismo internacional tienen en cuenta países similares al nuestro en condiciones como agua, saneamiento en escuelas, con qué autoridades federales están en contacto, entre otras.

La jefa de Educación Unicef en México, Astrid Hollander comentó que hay información de experiencias de Bolivia, Costa Rica, Colombia, Argentina y Brasil, con situaciones comparables a México; en el caso de agua y saneamiento de espacios, las recomendaciones expuestas recogen prácticas de distintos países en ámbitos urbanos y rurales. Reiteró que se trabaja estrechamente con la Secretaría de Educación Pública (SEP), en especial con la Subsecretaría de Educación Básica.

Subrayó que el aumento de contagios entre niñez y adolescencia se ha dado cuando aún no hay regreso a clases, ya que el escolar es el único espacio donde ahora no están presentes, por lo que su contagio se debe a otros factores como, por ejemplo, contactos familiares o vía personas adultas que tienen mayor movimiento y con las que interactúan niñas, niños y adolescentes en espacios como parques y restaurantes.

Insistió en que hay que basar las decisiones con datos que no solo aporta Unicef sino la OMS pues, si bien no hay riesgo cero en el regreso a clases, es menor en las aulas que en otros espacios sociales.

Los datos recopilados por la Unicef, la Organización Mundial de Salud y la  Organización de las Naciones Unidas para la Educación, en el “Considerations for school-related public health measures in the context of COVID-19”, se pueden consultar en: https://uni.cf/3j3yeT7

Por Veral