La Agencia de Protección de Aduanas de Estados Unidos (CBP) informó que este día se decomiso un envío de extensiones de cabello humano procedente de China, por ser relacionado a trabajos forzados en los centros de internamiento de la provincia de Xinjiang, en el noroeste de ese país. La confiscación se realizo el pasado 17 de junio “en base a información razonable que indicaba que habían sido productos fabricados por trabajadores en prisión”, indicó a Efe Anthony Bucci, vocero de Aduanas.
El material decomisado tiene un valor de aproximando en el mercado de 800.000 dólares y existe información de “potenciales indicadores de abuso de derechos humanos, trabajo forzado de menores y privación de libertad” en Xinjiang, de religión musulmana y perteneciente a la etnia uigur. La represión contra esta etnia, de 11 millones de personas, por parte del Gobierno de Pekin y los cuales van en aumento en los últimos años hasta convertirse en un sofisticado sistema de control civil donde hasta hoy los integrantes de este lugar son vigilados, perseguidos y detenidos sin respetar sus garantías.
El cargamento con al menos 13 toneladas de cabello humano, es elaborado por la empresa Lop County Meixin Hair Product Co. Ltd., que se encuentra en Hotan y la cual ya tiene denuncias en su contra por usar mano de obra de los presos recluidos en centros de reeducación del Gobierno chino, en el caso de las leyes estadounidenses son muy claras y prohíbe importar productos fabricados con mano de obra forzada. También en esta semana el Worker Rights Consortium, organización que vigila práctica laborales, denunció que la empresa Caterpillar de origen estadounidense, estaba importando ropa fabricada por empresas chinas vinculadas al programa “Xinjiang Aid”, denunciada ya por ser referente en explotación humana y que se localiza también en la región de Xinjiang.