En Querétaro el caso de Juanito, un menor de 12 años que fue quemado por sus compañeros de telesecundaria, ha causado revuelo por tratarse de un adolescente de origen otomí, quien había sufrido frecuentemente bullying y discriminación.


Este viernes será la primera audiencia para determinar la situación de los dos estudiantes señalados por la agresión, ambos de 13 años de edad.


“El único delito fue eso, ser, este, hablar otomí y pues ahora sí que fue, le tocó a él, mañana pueden ser los de nosotros”, dijo Yanet Olvera, familiar de Juanito, víctima de agresión.


El pasado 6 de junio, Juanito, de 12 años de edad, fue atacado por sus compañeros de la telesecundaria Josefina Vergara, en la colonia El Salitre de Querétaro, cuando realizaban la limpieza del aula.

“Los otros niños sentaron a la fuerza al niño en la butaca, entonces se embarró de alcohol y pues como traen el encendedor, lo prendieron, pues el fuego lo alcanzó”, comentó Marlon, vecina de la familia del niño agredido.


Más de dos semanas después, el menor permanece internado en el Hospital de Especialidades del Niño y la Mujer en Querétaro, donde le fueron colocados injertos; su salud se reporta estable.


“Este pequeño llegó con nosotros el día 7 de junio por haber presentado quemaduras en ambos muslos y en la zona de glúteos, hablamos de alrededor de un cinco por ciento de su superficie corporal”, detalló Manuel Alcocer Alcocer, director del Hospital de Especialidades del Niño y la Mujer, en Querétaro.


“Lo que le hicieron a mi hijo ya no es bullying ya es intento de asesinato, tiene que pasar varias quirofanías”, dijo Juan Zamorano, padre del niño agredido.


Familiares del adolescente aseguran que constantemente era agredido por hablar su lengua materna, de la cual sus compañeros se burlaban; tras el caso, las autoridades educativas y la maestra de Juanito han sido señaladas por omisión.


“Quienes no actuaron con protocolo de actuación de haber llevado al niño inmediatamente al hospital sino que ellos refieren que la maestra después de que el niño se incendió y se apagó solito porque él se quitó la ropa, lo llevan a una clínica en donde prácticamente le untaron pomadita, la misma maestra hizo el comentario que se pusiera cebolla”, señaló Mónica Chávez, coordinadora estatal de la Comisión Internacional de los Derechos Humanos.

Por Veral