En el suceso ocurrido la noche del martes en el estacionamiento de Periplaza, al sur de la capital poblana, el oficial Adán Montes Rosales, perteneciente a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), perdió la vida en un enfrentamiento a balazos con sujetos armados a intentar ser levantado, el hombre de aproximadamente 55 años recibió 8 balazos, sin embargo, tras su muerte, han salido a la luz detalles inquietantes sobre su pasado y su presunta implicación con una banda de traficantes de personas.
Según fuentes oficiales, Montes Rosales estaba suspendido en la Policía Estatal debido a una investigación que se había iniciado en su contra. Las acusaciones apuntaban a que proporcionaba protección a una red de «polleros», quienes se dedican al tráfico ilegal de migrantes. El caso tomó relevancia cuando se filtró un audio en redes sociales, en el que Montes Rosales instruía a otro oficial a revisar camiones en la autopista Puebla-Orizaba, con la indicación de «darles pa’tras si encontraban premio». Esta expresión hacía referencia a detenciones de migrantes en los vehículos.
En el mismo audio, Montes Rosales mencionaba a un superior, sin especificar su cargo, quien aparentemente no estaba dispuesto a colaborar en los acuerdos con los traficantes de personas. La identidad de este superior se mantiene en el anonimato.
La Unidad de Asuntos Internos de la SSP había estado investigando a Montes Rosales, y la resolución estaba pendiente. Se esperaba que fuera dado de baja de la corporación y puesto a disposición de las autoridades correspondientes, por tráfico de personas y robo. Sin embargo, antes de que se tomara una decisión oficial, el trágico enfrentamiento en el estacionamiento de Periplaza terminó con su vida.
El tiroteo también dejó a cuatro oficiales heridos de los cuales dos de ellos se encuentran graves con heridas en la cabeza y tres vehículos asegurados: Una camioneta blanca Honda CVR que fue abandonada en Clavijero, otro más fue asegurado en la 121 Poniente y 16 de Septiembre donde los delincuentes lesionaron a un policía, y el tercero una camioneta Voyager que fue robada en Clavijero cuando dejaron la camioneta blanca los cuales tenían manchas de sangre, por lo que no se descarta que existan más lesionados. La situación ha puesto de manifiesto la complejidad de los vínculos entre algunos elementos de seguridad y el crimen organizado.
Las autoridades continúan indagando más detalles de este caso, mientras la Fiscalía General del Estado, realizó el levantamiento del cadáver, la recolección de indicios y el aseguramiento de los vehículos involucrados, para iniciar la carpeta de investigación correspondiente.
