Los agricultores mexicanos cada vez se preparan mejor ante la necesidad de adaptarse a estos nuevos escenarios climáticos y tomar medidas para asegurar la producción agrícola y garantizar el suministro de alimentos en el país, subrayó Luis Andrés Cabrera Mauleón, profesor de la Facultad de Ingeniería en Agronomía de la UPAEP.
Indicó que el cambio climático y la compleja situación que enfrenta el campo mexicano, así como las inestables condiciones meteorológicas, han provocado que los agricultores mexicanos, hagan uso de nuevas tecnologías, eficiente sus procedimientos de trabajo y profesionalizar el trabajo de ellos mismos para continuar presentes en el mercado y generar alimentos para el país y el extranjero.
Cabrera Mauleón señaló que los patrones climáticos tradicionales están siendo desafiados por eventos meteorológicos inéditos, como altas temperaturas, sequías y olas de calor, que se repiten cada vez con mayor frecuencia. Estos cambios afectan significativamente la producción agrícola y requieren la adopción de nuevos modelos de comportamiento climático.
Explicó que la producción agrícola en México se divide en dos regímenes: el de temporal, que depende de las lluvias, y el bajo riego, que se sustenta en sistemas de riego. Aunque este último puede atenuar los efectos de la escasez de lluvias, también conlleva retos, como el aumento en la frecuencia de riegos y el agotamiento de los mantos acuíferos.
Cabrera Mauleón alertó sobre la sobreexplotación de los mantos acuíferos, ya que la extracción de agua supera la capacidad de recarga natural. Esto provoca el abatimiento de los niveles de agua subterránea, lo que pone en riesgo tanto la producción agrícola como el abastecimiento de agua para la población.
Destacó la importancia de implementar prácticas de conservación de suelo y agua, como la reforestación de zonas altas en las microcuencas, que ayuden a mitigar la erosión y a recargar los mantos acuíferos. También enfatizó la necesidad de establecer sistemas de control de inundaciones en zonas urbanas para evitar daños a la población.
Enfatizó el incremento en la producción agrícola bajo invernaderos, especialmente para hortalizas y flores de corte. Estas tecnologías permiten un uso más eficiente del agua y generan una producción más segura, pero también destacó la importancia de analizar la viabilidad económica de cada cultivo bajo estas condiciones.
Advirtió sobre el desfase en los ciclos de cultivo debido a las inestabilidades climáticas. Toda vez que esto puede resultar en cosechas prematuras o tardías, lo que pone en riesgo la madurez adecuada de los cultivos y afectar la rentabilidad de los agricultores.
Cabrera Mauleón hizo un llamado a la conciencia de la población y de las autoridades para tomar medidas responsables frente al cambio climático. Destacó la importancia de apoyar a los agricultores locales y ser justos en el pago de precios por productos agrícolas, especialmente en fechas críticas como el Día de Muertos o alguna otra celebración importante como el Día de las Madres, o elaboración de Chiles en Nogada por la demanda de productos provenientes del campo.
Por último, refirió que es importante que las nuevas generaciones de agricultores se profesionalicen, porque no es sólo tener el dinero, la maquinaria, la tecnología y fierros, es importante la capacitación constante, el acompañamiento técnico para seguir trabajando el campo de manera eficiente.
Invitó a los consumidores locales a valorar y comprar productos cultivados en la región y sus alrededores, “hay que decirle sí a la producción de Puebla, de México y hacer un poco de lado los productos que vienen del extranjero, de Estados Unidos, China o Sudamérica, decirles que se esperen un poquito”.
Los padres de familia pueden motivar a sus hijos para que estudien aquellas carreras que están relacionadas con el sector agroalimentario, porque siempre serán carreras con oportunidad, “mientras haya necesidad de seguir comiendo tres veces al día, en una población superior a los 8 mil millones de habitantes en el mundo”, siempre habrá mucho trabajo para los agrónomos, veterinarios, biólogos y todo aquel profesional que esté relacionado con los procesos del campo.