Dos menores de edad fueron víctimas de extorsión, al obligarlos a pagar por el supuesto rescate de su mamá y fueron presionados para retirarse de su casa, mientras pedían a su madre dinero por ellos.
Juan y Lupita, de 13 y 14 años de edad como los llamaremos para guardar su identidad, se quedaron solos en su domicilio en el municipio de Chimalhuacán, mientras su mamá salió hacer unas compras.
Según explicó su mamá Anabel alrededor de las 17 horas, los menores recibieron una llamada en donde les aseguraban que ella esta secuestrada pidiéndoles dinero para no lastimarla.
“Es que les mandaron una llamada por teléfono de casa y les dijeron que me tenían secuestrada y ellos por quererme ver o encontrarme les dijeron su número de teléfono y los fueron guiando por teléfono y les pidieron de dinero, ellos si depositaron no mucho pero depositaron”.
Les indicaron a los menores que Anabel les había dicho que tenía dinero guardado, por lo que los menores empezaron a buscarlo y encontraron lo del gasto.
Los menores por miedo, proporcionaron a sus extorsionadores su número celular, quienes los estuvieron guiando para depositar y después alejarlos de su domicilio hasta llegar a Los Reyes la Paz.
“Los menores refieren que recibieron una llamada de una persona de la cual desconocen su identidad misma que les dijo que su mamá estaba secuestrada y que necesitaban depositar dinero todo lo que pudieran encontrar dentro de su domicilio, los niños espantados buscaron en su ropero encontraron la cantidad de mil pesos y sin colgar la llamada los llevaron a un Oxxo, en la sucursal fue donde hicieron ese depósito de mil pesos”, apuntó Jorge Labastida comisario de Seguridad Pública de Los Reyes la Paz.
Después de que depositaran, obligaron a los menores a irse a una plaza comercial ubicada a 9 kilómetros de su casa y destruir sus celulares mientras que a su madre le pedían dinero a cambio de sus hijos, con quienes incluso la enlazaron.
«Se fueron caminando, si fue bastante el camino, ellos querían salvarme se fueron caminando desde la casa hasta allá… casi dos horas o tres horas creo».
«La coordinación de geolocalización con fiscalía en coordinación con la policía estatal y la policía de la paz , se hizo un rastreo donde nos da la última georreferenciación de los teléfonos celulares de un aproximado de unos rango de 600 metros en diámetro, es ahí donde los localizamos dentro de un Santander estaban escondidos detrás de un cajero», añadió el comisario.
Hoy Juan y Lupita se encuentran a salvo aunque muy asustados, por lo que en su casa su mamá toma medidas para que no vuelva a ocurrir, como desconectar el teléfono de su casa y explicarles que no deben dar información a ningún extraño.
Mientras que las autoridades hacen un llamado a las tiendas de conveniencia, para detectar que un menor llegue solo hacer depósitos, pues podrían estar en peligro.
