Los poblanos siguen sin entender que nos encontramos en semáforo epidemiológico en rojo y el gran riesgo de contagio que existe al acudir a lugares con aglomeraciones.
Insisten en salir en esta etapa crítica de la pandemia por Covid-19, desde partidos de fútbol, personas transitando por el centro histórico, en parques, vendedores ambulantes y hasta una boda que fue suspendida por las autoridades municipales.
Este sábado personal de la Secretaría de gobernación municipal y protección civil, realizaron diversos operativos en los que cientos de poblanos fueron invitados seguir confinados en su hogar.
Uno de los primeros puntos en ciudad, en donde elementos de vía pública acudieron, fue en la zona de venta de autos Villa Verde, para inhibir la aglomeración de personas por comercio informal.
De igual manera una brigada de persuasión con elementos de SEGOM acudió al Paseo Bravo, donde se vio una gran aglomeración de personas, y les convocó a mantener las indicaciones de sana distancia y confinamiento.
Elementos de protección civil, acudieron diferentes canchas deportivas, como la ubicada en el bulevar Municipio Libre y avenida Blas Chumacero Sánchez, donde reportaron se realizaba un partido de fútbol.
Más tarde suspendió una cascarita deportiva, que los ciudadanos reportaron en las canchas de la calle Ignacio Zaragoza y Avenida Margaritas, así mismo, se presentaron en las canchas deportivas de la Unidad habitacional La Margarita, donde exhortaron a los jugadores y espectadores a retirarse del lugar.
El fútbol es una de las actividades que más se realizan, aunque los vecinos y la propias autoridades cancelan el ingreso a las canchas deportivas en diferentes puntos de la ciudad y en pleno semáforo rojo, colonias: La Rivera Anaya, La Margarita, Amalucan y Loma Bella, entre otra son las que siguen sin acatar el llamado de las autoridades.
Ya por la noche autoridades de protección civil y policía municipal, acudieron a cancelar una elegante boda que se realizaba en la ex Hacienda de San Juan Bautista, ubicada en el cerro de Amalucan, donde los anfitriones pusieron resistencia ante el llamado.
