La manera más adecuada y afianzada para divulgar el conocimiento científico está en algunas series televisivas y los podcasts (audios grabados transmitidos por internet), porque difunden el conocimiento de manera horizontal en el ecosistema digital, aseguró en la UNAM Jorge Carrión, doctor en Humanidades de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona.

El también escritor, conferencista y colaborador de The New York Times y The Washington Post, dijo ante la coordinadora de Humanidades de la UNAM, Guadalupe Valencia García, que estos instrumentos pueden considerarse al nivel de libros y revistas. Estos artilugios tienen una circulación limitada, en contraste con los podcasts y series que pueden tener un tráfico infinito.

Al clausurar el segundo Diplomado de Divulgación en Humanidades y Ciencias Sociales, Valencia García expresó: “el conocimiento tiene que circular para divulgarse y transmitirse”.

Informó que en esta actividad académica se contó con la participación de 58 asistentes, quienes concluyeron el plan de estudios que se impartió del 17 de agosto de 2021 al 22 de febrero del presente año.

Al retomar el uso de la palabra, Jorge Carrión aseveró:

“Hallamos la transferencia de conocimiento clásico en un eje vertical en el siglo XX y sus precedentes, eso ha cambiado drásticamente en los últimos 30 años con la transmisión horizontal y viralización a través de las redes sociales”.

En la conferencia “Humanidades, ciencia y tecnología: una experiencia de divulgación transmedia”, Carrión se refirió a Carl Sagan y James Lovelock como grandes divulgadores científicos que combinaron lo clásico y lo viral, y utilizaron herramientas propias para alcanzar sus metas.

Por ello, el también director del Máster en Creación Literaria de la UPF de Barcelona, afirmó que un buen académico o investigador tiene que ser un buen divulgador para “traducir, adaptar y hacer accesible” el conocimiento.

Hoy en día, aseguró, se utilizan nuevas métricas y fórmulas para evaluar al profesorado, como empezar a contar cuántas veces es citado en Google Académico, incluso su número de seguidores en redes sociales porque se considera que su labor debe influir no solo en el aula física.

Ante la transferencia de conocimiento debe elegirse una frase corta, de rápida identificación, para que una idea se haga “viral”. El gran misterio de nuestra época es la “viralidad”, ¿por qué sucede?, porque desafortunadamente premia la levedad, la superficialidad, la mentira que, por supuesto, es más contagiosa y seductora que la verdad, puntualizó.

Otros instrumentos

En el auditorio de la Unidad de Posgrado, en Ciudad Universitaria, el autor ibérico cuyas obras han sido traducidas a 15 idiomas, consideró que otros medios de divulgación pueden ser los hilos de Twitter, las listas de reproducción en YouTube, las exposiciones digitales que se robustecieron durante la pandemia, algunos influencers, así como el cómic y la animación.

“Deben hacer su propio laboratorio de experimentación para saber y encontrar algún canal inesperado de divulgación, quizá mejor a los ya mencionados”, añadió.

Al responder preguntas de los asistentes, Jorge Carrión mencionó que los gamers y ejecutores de bromas son quienes más seguidores tienen en YouTube; si esto se considerara una “guerra cultural” contra la divulgación científica, se está perdiendo. “Estos territorios deben ser ganados y conquistados por la creatividad, por quienes creen en otros contenidos”.

En su oportunidad, el director general de Divulgación de las Humanidades, de la UNAM, Ángel Figueroa Perea, subrayó la necesidad de contar con lenguajes claros y directos, a fin de que el conocimiento llegue a públicos diversos y se promueva el pensamiento crítico.

Por Veral