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El aspirante a la dirigencia nacional del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) Gibrán Ramírez Reyes, dijo que el movimiento tiene la oportunidad de evitar la caída como partido, de frenar a los oportunistas y la reelección de malos gobiernos que fallaron a la cuarta transformación.

Alertó que el Movimiento de Regeneración Nacional que abanderó la candidatura y el triunfo de Andrés Manuel López Obrador en el año 2018, “está paralizado, alejado de las demandas sociales y sin una identidad de liderazgo”.

En su gira por Puebla, dijo que MORENA debe ser abierto, democrático y popular, que se construya de abajo para arriba, ya sin lucrar con la imagen de Andrés Manuel López Obrador, y el reto es llegar a construir una institución sin dejar de ser movimiento.

“Es la última llamada para ser un partido de verdad; de lo contrario, ya lo dijo Andrés Manuel López Obrador, si Morena se echa a perder, él va a renunciar al partido. Y vamos a tener que inventar algo desde el principio”.

Admitió que MORENA tiene dos años perdidos y con todas las condiciones para convertirse en uno de los partidos políticos más poderosos de América Latina: “Morena se enfermó de éxito, y de la expectativa de éxito a un futuro decaíble, y eso puede llevar a nuestro partido a la ruina y a alejarse de la sociedad”.

El joven doctor ideólogo y egresado de la UNAM, se declaró “obradorista”, ya que a la corta edad de 15 años se involucro en los movimientos políticos del tabasqueño, y un convencido de que MORENA necesita un cambio urgente que puede encabezar desde la dirigencia nacional.

Refirió que después de la elección del 2018, el partido ha ido perdiendo identidad y contacto con las causas que le dieron origen, lo que vulnera el sueño de cimentar las bases de un cambio en la vida política del país.

Gibrán Ramírez Reyes, dijo que busca recuperar las causas que dieron origen al movimiento, porque cree que aún están a tiempo de salvarse de quedar como un membrete, igual de los partidos tradicionales.

Dijo que es momento de ir por los votantes desencantados y ofrecerles una opción real mediante un método confiable de selección de candidatos que evalúe a los aspirantes, y especialmente que mida y valoré a quienes hoy gobiernan y quieren reelegirse.

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Por Roberto Castillo

Beto Castillo, viajero y siempre scout.

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