Durante la Audiencia General de este miércoles, el Papa León XIV ofreció una reflexión sobre la tristeza que “acompaña los días de muchas personas” y aseguró que solo la fe en Jesús resucitado puede transformarla en esperanza.
“El Resucitado cambia radicalmente la perspectiva, infunde esperanza y llena el vacío de la tristeza”, señaló el Pontífice, destacando que la resurrección de Cristo es una “explosión de vida y alegría que cambió el sentido de toda la realidad”.
El Papa comparó la tristeza que paraliza el corazón con la experiencia de los discípulos de Emaús tras la muerte de Jesús. “Desilusionados y desanimados, se alejaban de Jerusalén, dejando atrás sus esperanzas”, recordó. Sin embargo, subrayó que en ese mismo camino se les unió Cristo resucitado, aunque no lo reconocieron porque “la tristeza les nublaba la mirada”.
León XIV explicó que fue al partir el pan cuando los discípulos finalmente comprendieron que era Jesús. “El gesto del pan partido reabre los ojos del corazón y devuelve la alegría y la energía perdida”, expresó.
El Pontífice afirmó que Jesús “no resucitó con palabras, sino con hechos”, y que su cuerpo conserva las marcas de la pasión como “sello perenne de su amor por nosotros”.
Antes de concluir, el Papa invitó a los jóvenes y a los matrimonios a ser “misioneros del Evangelio”, recordando que octubre es el mes dedicado a las misiones. “Con la oración, la vida conyugal y la energía de la juventud, ofrezcan apoyo a quienes dedican su existencia a la evangelización”, exhortó.
Finalmente, impartió su bendición apostólica a todos los fieles presentes en la Plaza de San Pedro.
