Tras un extenso y emotivo debate de más de diez horas, el Senado uruguayo aprobó por mayoría la Ley de Muerte Digna, legalizando la eutanasia en el país. Con esta decisión, Uruguay se convierte en el primer país de América del Sur en permitir la muerte asistida por ley, sumándose a Colombia y Ecuador como los únicos en la región con legislación vigente sobre el tema.

¿Qué establece la nueva ley?

La normativa permite que personas mayores de edad, psíquicamente aptas, que padezcan enfermedades incurables, irreversibles o sufrimientos insoportables derivados de estas, puedan solicitar la eutanasia. El procedimiento deberá ser realizado por profesionales de la salud y seguir un protocolo detallado que garantice el consentimiento informado y la evaluación médica rigurosa.

Además, la ley contempla el acceso al derecho tanto para ciudadanos uruguayos como para extranjeros con residencia habitual en el país.

El camino legislativo

El proyecto fue impulsado por el oficialista Frente Amplio y recibió apoyo de legisladores de los partidos Colorado y Nacional. La votación final en el Senado contó con 20 votos a favor de los 31 parlamentarios presentes. El proceso legislativo se extendió por cinco años, reflejando la complejidad ética, médica y social del tema.

Opinión pública y contexto regional

Según datos de la consultora Cifra, el 62% de los uruguayos apoyaba la aprobación de la ley. La decisión ha sido celebrada por organizaciones de pacientes, defensores de derechos humanos y sectores médicos que ven en ella una ampliación de las libertades individuales y el respeto por la autonomía en el final de la vida.

Un paso dentro de una tradición humanista

La senadora Silvia Nane, una de las impulsoras del proyecto, declaró que “Uruguay se agrega a la tradición humanista que reconoce el derecho a morir con dignidad”. La ley representa un avance significativo en el reconocimiento de los derechos individuales en el contexto de enfermedades terminales y sufrimiento extremo.