Un incendio de gran magnitud arrasó este miércoles un complejo de edificios residenciales en el distrito de Tai Po, al norte de Hong Kong, dejando un saldo preliminar de 44 personas fallecidas y 279 desaparecidas, según informaron las autoridades locales. El siniestro, considerado uno de los más mortales en la historia reciente de la región, ha conmocionado a la comunidad internacional.
El fuego se desató en un conjunto habitacional compuesto por ocho torres que albergaban a más de 4,800 residentes en aproximadamente 2,000 departamentos. Las llamas se propagaron rápidamente a través del andamiaje de bambú instalado por trabajos de renovación, lo que dificultó las labores de evacuación y permitió que el incendio se extendiera a gran velocidad.
Las autoridades elevaron el nivel de alerta del incendio a 4 en una escala de 5, debido a su intensidad y velocidad de propagación. Hasta el momento, 29 personas han sido hospitalizadas, siete de ellas en estado grave.
El jefe del Ejecutivo de Hong Kong, John Lee, anunció la creación de un equipo especial de investigación para esclarecer las causas del siniestro. Por su parte, el presidente de China, Xi Jinping, expresó sus condolencias a las víctimas y urgió a las autoridades a tomar medidas inmediatas para minimizar los daños y asistir a los afectados.
Las imágenes difundidas en redes sociales muestran columnas de humo denso y estructuras colapsadas, mientras los equipos de emergencia continúan con las labores de búsqueda y rescate. Varias carreteras cercanas fueron cerradas para facilitar el acceso de los servicios de emergencia.
Este trágico suceso ha generado una ola de solidaridad tanto a nivel local como internacional. Organizaciones humanitarias ya se han movilizado para brindar apoyo a los damnificados, mientras que miles de ciudadanos han comenzado a donar víveres y recursos para los afectados.
La magnitud del desastre ha puesto en evidencia la necesidad de revisar los protocolos de seguridad en construcciones residenciales, especialmente aquellas en proceso de renovación. Las autoridades han prometido una investigación exhaustiva y medidas para evitar que una tragedia similar vuelva a ocurrir.