En pleno 2025, la paternidad atraviesa un momento de transformación. Las nuevas generaciones de padres comienzan a involucrarse más activamente en la crianza de sus hijas e hijos, rompiendo estereotipos tradicionales del “proveedor distante” para abrazar un rol más afectivo, presente y corresponsable. Sin embargo, esta evolución convive con una realidad alarmante: miles de hombres continúan evadiendo su responsabilidad como padres, dejando a mujeres y niños en condiciones de vulnerabilidad emocional, social y económica.

Una paternidad en dos realidades

Por un lado, se habla cada vez más de la “paternidad consciente”: hombres que asumen la crianza desde el amor, la empatía y la equidad. Este tipo de padres asisten a partos, acuden a las reuniones escolares, cambian pañales y hablan abiertamente de emociones. La pandemia de COVID-19 marcó un punto de inflexión en este cambio, ya que obligó a muchos padres a pasar más tiempo en casa y participar en las dinámicas familiares de manera activa.

Sin embargo, las estadísticas y los testimonios revelan una segunda cara que no puede ser ignorada. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 7 de cada 10 madres solteras en México no reciben ningún tipo de apoyo económico del padre de sus hijos, y más del 90% de las denuncias por pensión alimenticia se quedan sin resolución efectiva.

¿Por qué tantos hombres abandonan?

Las causas del abandono paterno son múltiples y complejas, pero tienen raíces sociales, culturales y estructurales:

  • Machismo estructural: En muchas comunidades aún persiste la idea de que cuidar a los hijos es responsabilidad exclusiva de las mujeres, mientras que los hombres “hacen su vida” sin enfrentar consecuencias sociales por dejar a sus hijos.
  • Falta de educación emocional: A muchos hombres nunca se les enseñó a vincularse emocionalmente o a responsabilizarse afectivamente de sus acciones. La crianza masculina tradicional aún fomenta la desconexión emocional y el desapego como sinónimo de masculinidad.
  • Impunidad legal: El sistema judicial en México y otros países latinoamericanos sigue siendo lento y permisivo con los hombres que incumplen con sus obligaciones como padres. Las demandas por pensión alimenticia pueden tardar años y, en muchos casos, no se ejecutan sanciones efectivas.
  • Crisis económicas y personales: Muchos hombres también enfrentan presiones económicas, laborales o emocionales, que no saben cómo manejar, y terminan alejándose en lugar de enfrentar los retos de la paternidad.

¿Qué se necesita para cambiar este panorama?

Especialistas en psicología, derechos de la infancia y estudios de género coinciden en que se requieren cambios profundos:

  • Educación desde la infancia en nuevas masculinidades, donde se fomente el respeto, la empatía, el autocuidado y la responsabilidad afectiva.
  • Campañas públicas que dignifiquen la paternidad activa, y que visibilicen los efectos negativos del abandono paterno.
  • Reformas legales que garanticen el cumplimiento efectivo de la pensión alimenticia y sancionen el incumplimiento.
  • Redes de apoyo y acompañamiento emocional para padres, que les permitan vivir su paternidad desde una perspectiva amorosa, sin estigmas ni soledad.

Un llamado urgente

En este Día del Padre 2025, el reto va más allá de regalar corbatas o compartir fotos en redes sociales. El verdadero homenaje a la paternidad debe centrarse en la reflexión y el compromiso: asumir con seriedad el rol de padre, no solo desde la presencia física, sino desde la responsabilidad emocional, ética y social que implica traer un hijo al mundo.

Porque la paternidad no es una opción que se toma o se deja: es un vínculo irrenunciable que transforma vidas. Y es tiempo de que todos los hombres lo entiendan.