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Con el avance en el proceso de vacunación para abatir el coronavirus, la industria hotelera y restaurantera ha encontrado una bocanada vital en la reactivación de la movilidad turística. Los aprendizajes del cierre prolongado permitieron divisar la importancia de aprovechar la tecnología para implementar modelos de economía colaborativa, inclusión y cuidado del medioambiente.

Académicos y estudiantes de la IBERO Puebla, la Universidad Rafael Landívar (URL) de Guatemala y la IBERO Ciudad de México conmemoraron el Día Internacional del Turismo con un conversatorio cuya temática se centró en la reflexión sobre nuevas y mejores formas de ejercer la profesión.

En otra época, el valor se medía con base en las posibilidades de crecimiento económico. Ahora, en tiempos de sociedades emocionales, donde las personas pagan por experiencias significativas, la actividad turística seguirá creciendo, una vez que la pandemia dé tregua. Por ello, resulta indispensable construir un turismo sostenible. Así lo aseguró el académico Fabián Trejo Rojas.

Para atender las demandas venideras será fundamental la instauración de un modelo de planificación y gestión sostenibles, donde se privilegie el bienestar de los lugareños en cuestiones ideológicas y territoriales por encima de la comodidad de los visitantes. Dichas estrategias también deberán contemplar la creciente emergencia de calentamiento global.

Guatemala para todos

Centroamérica ha dado grandes ejemplos de una legislación centrada en la actividad turística. En 2018, el Gobierno guatemalteco impulsó reformas a la Ley de Turismo Interno para convertir los feriados nacionales en vacaciones breves entre jornadas laborales. El resultado fue un crecimiento del 6.12% en el número de viajes y un incremento del 47.58% en la derrama económica del sector.

Uno de los acontecimientos más relevantes para la industria fue la creación del Instituto de Recreación de los Trabajadores de Guatemala, organismo sin precedentes que, desde 1962, ha brindado beneficios a los trabajadores de la industria privada. Este modelo inclusivo ha permitido mejorar la calidad de vida de las personas al estimular la recreación sana y en familia.

Como relató el Lic. Jorge Mario Chajón Aguilar de la URL, el instituto consta de seis parques acuáticos con tematización maya que han recibido premios internacionales. De manera paralela, los trabajadores del sector público tienen acceso a otros cinco parques recreativos.

Otros programas destacados incluyen la iniciativa Guate para todos, la cual ha impulsado el turismo para personas de la tercera edad mediante giras turísticas en lugares que han adoptado los principios del Manual técnico de accesibilidad turística universal. Además, el país vecino ha replicado los modelos de México y España para el desarrollo del turismo rural a través del programa Pueblos Pintorescos.

Hacia la inclusión

Los jóvenes de las universidades participantes tomaron el micrófono para reflexionar, a partir de estos ejemplos de sostenibilidad e inclusión, sobre la industria turística que les gustaría construir. Son conscientes de que la experiencia inclusiva puede generar ganancias económicas importantes: las personas con discapacidades representan un mercado de 70 millones de dólares en Europa y Estados Unidos. Pero ellos lo llevan más allá.

Para Franco García Teruel Sánchez, estudiante de la Licenciatura en Administración Turística y de la Hospitalidad de la IBERO Puebla, el turismo inclusivo es aquel que reconoce los perfiles de viajeros con necesidades específicas y las atiende. Esto demanda una infraestructura con diseño universal que pueda satisfacer a todas las personas.


En 2019, México ocupó el lugar 108 en sostenibilidad turística, a pesar de ser el quinto país más megadiverso y el segundo en el uso efectivo de recursos naturales.


Puebla ha tomado acciones al respecto. Marian Lack Sánchez compartió cómo algunas medidas de la Secretaría de Turismo local han puesto el foco en los grupos vulnerables a través de la creación de un sendero accesible en el Centro Histórico de la capital que busca brindar facilidades a las personas con discapacidad, quienes representan cerca del 5% de la población.

Con su biodiversidad y parques temáticos, Guatemala tiene una amplia oferta turística para sus visitantes. Es por ello que la industria ha pensado en la misma clave respecto a sus clientes. Durante sus prácticas profesionales, Juan de Marco Plata de la URL constató que varios hoteles ya contemplan medidas inclusivas como espacios para sillas de ruedas y señalética en braille.

Pese a que la adaptabilidad lingüística y de infraestructura es compleja y costosa, los beneficios éticos y de rentabilidad de consolidar una industria inclusiva pueden incrementarse a largo plazo. “Para 2030, una de cada cinco personas tendrá una discapacidad. Si lo vemos con mentalidad emprendedora, tendremos más personas a las cuales llegar”, agregó Mayra Pellecer.

La proyección también debe ir encaminada al comportamiento demográfico de nuestro país. Para 2050, el 21.5% de la población mexicana será mayor de 60 años. Zulin Ching Aviles de la IBERO Ciudad de México señaló que desarrollar campañas de turismo social dirigidas a las personas de la tercera edad puede hacer frente a cuestiones de salud psicoemocional, deterioro cognitivo y enfermedades crónicas.

El foro coincidió en que un turismo sostenible debe perseguir una inclusión que acerque a todas las personas a la experiencia vacacional y no un proceso de accesibilidad que, en ocasiones, se limita a reestructurar espacios básicos de la infraestructura para garantizar la movilidad. El fin último, aseguraron, es que todas las personas puedan viajar.

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Por Veral