En un emotivo y esperado momento, después de 18 años y cuatro meses, el primer cuerpo de uno de los 63 trabajadores mineros fallecidos en la mina 8 de Pasta de Conchos fue finalmente extraído del complejo minero. El viernes a las 4:40 horas, el cuerpo, envuelto en una sábana blanca, fue trasladado por personal militar desde el socavón hasta una camioneta de la Fiscalía General del Estado. Viudas y familiares observaron con asombro mientras se llevaba a cabo esta dolorosa pero necesaria operación.
Martha Iglesias, hija de Guillermo Iglesias, uno de los mineros fallecidos, describió el momento: «Nosotros vimos la estructura, no vimos más allá. Nada más cuando lo bajaron, lo caminaron, se ve toda la estructura. Visualmente, pudimos ver que está todo el esqueleto completo».
La emoción y la tristeza se mezclaron en el ambiente mientras los deudos celebraban la realización de su exigencia de rescate. Sin embargo, su lucha no termina aquí. Insisten en que buscarán justicia y garantías de no repetición para todos los trabajadores mineros de la región. Martha Iglesias expresó sus preocupaciones sobre enfrentarse al poderoso señor Larrea y la necesidad de no culpar injustamente a alguien que podría haber sido solo un empleado.
Desde el jueves por la noche, los familiares se mantuvieron a la expectativa al exterior del complejo minero en San Juan de Sabinas, en la región carbonífera del estado. Aunque esperaban que la extracción ocurriera durante la madrugada del viernes, filtraciones de agua en la lumbrera 1 retrasaron el rescate. La comunidad sigue unida en su búsqueda de justicia y verdad en este trágico episodio que ha marcado a Pasta de Conchos durante casi dos décadas.