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La Comunidad de Madrid ha estrenado el servicio de bus sin conductor para el transporte universitario en el campus de Cantoblanco de la Universidad Autónoma de Madrid.

Desde esta semana, el autobús autónomo recorre un itinerario circular de 3,7 kilómetros de longitud, con siete paradas en las principales instalaciones del campus.

“La innovación ha sido clave para dar respuesta desde el transporte público a los retos que ha supuesto la pandemia del coronavirus. Por eso es fundamental continuar con proyectos piloto como el de este autobús autónomo, que nos permiten poner en práctica nuevas formas de movilidad segura y sostenible que
den respuesta a los retos del futuro”, ha señalado el consejero de Transportes, Movilidad e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido.

El proyecto piloto del vehículo autónomo es fruto de un convenio firmado, el pasado mes de enero, entre el Consorcio Regional de Transportes de Madrid, la Universidad Autónoma de Madrid, la Dirección General de Tráfico y el operador de movilidad ALSA. Se trata del primer bus autónomo, cien por cien eléctrico, que va a realizar transporte en un entorno universitario, en tráfico abierto y
dentro del sistema de transporte público de la Comunidad de Madrid.

La puesta en servicio de este vehículo estaba prevista para el mes de marzo de este año, tras realizar las pruebas de circulación en el campus. Sin embargo, fue necesario aplazarla debido a la suspensión de la actividad académica en la universidad y la entrada en vigor de las restricciones de movilidad por la evolución del coronavirus.

El autobús presta servicio desde esta semana entre las 7:15 y las 15:15 horas, con cabecera en la estación de Cercanías. El itinerario incluye parada en las facultades de Derecho y Psicología, el Rectorado, así como en la Politécnica y las residencias, entre otros puntos del campus. Todas las paradas son accesibles según los criterios de accesibilidad del Consorcio Regional de Transportes.

El bus cuenta con una capacidad de 12 personas, seis de ellas sentadas. No
obstante, en cumplimiento de las medidas de prevención y seguridad frente al COVID-19, se ha reducido el aforo a 7 personas e instalado un dispensador de gel hidroalcohólico.

Por seguridad, el vehículo circula siempre con un técnico que puede manejar el autobús de forma manual ante posibles incidencias y que
controlará el aforo y el uso obligatorio de mascarilla.

Para facilitar la circulación del bus se ha señalizado el carril por el que discurre con una cuerda o línea continua en el eje del carril. Además, se han instalado señales de tráfico indicando que se trata de una vía preferente para el bus autónomo.

Toda esta fase ha sido validada por la Dirección General de Tráfico.
El bus autónomo ha realizado pruebas de circulación por el campus universitario durante dos meses para evaluar el recorrido que realiza y hacer un mapeo del mismo.

En estas pruebas también se han analizado los posibles obstáculos, de
tal manera que el itinerario y las paradas se han adaptado para un
funcionamiento óptimo del vehículo.

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